Hay muchas voces a favor y otras en contra ante lo que planteó el jefe de Estado, dada las negativas de sus reformas en el Congreso.
Las últimas declaraciones del presidente Gustavo Petro durante un evento público realizado en Cali, en la que propuso convocar una Asamblea Nacional Constituyente en el país, ha levantado muchas reacciones no solo por sus contradictores sino de aliados y expertos, algunos de ellos a favor, otros en contra y muchos haciendo un análisis profundo del trasfondo que conlleva una reforma de tal magnitud.
El jefe de Estado planteó esta posibilidad ante las dificultades que atraviesan sus reformas sociales para pasar la aprobación del Congreso de la República.
“Por tanto, si esta posibilidad de un gobierno electo democráticamente en medio de este Estado y bajo la Constitución de Colombia, no puede aplicar la Constitución porque lo rodean para no aplicarla y le impiden, entonces Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente”, fueron las palabras de Petro.
En ese orden de ideas, vale la pena mencionar que el artículo 374 de la Constitución Política reza que “la Carta Magna podrá ser reformada por el Congreso, una asamblea constituyente o el pueblo mediante referendo“. No obstante, para algunos especialistas en la materia como el abogado José Abuchaibe esto amerita de un proceso riguroso y práctico que no sería nada fácil para el presidente de la República.
“Una Asamblea Nacional Constituyente es una figura que para aplicarla no le va a resultar fácil a Petro. Debe aprobarse una ley y posteriormente la Corte Constitucional definirá su constitucionalidad, para después lograr que tercera parte del censo electoral voten por el sí”, aseguró el jurista.
En ese instante que es preciso citar las reacciones de varios actores políticos de la nación que rechazan de plano esta propuesta, tal es el caso del senador Humberto de la calle, quien hizo el siguiente análisis sobre lo concerniente:
“El argumento del presidente es débil. Si fuese cierto, no es la Constitución la que hay que cambiar sino la forma de gobernar (…) Lo que ha fallado es la capacidad del gobierno de conducir el país dentro de un esquema de búsqueda de acuerdos razonables (…) Para aprobar una constituyente se requiere ley y dos convocatorias al pueblo. Este camino indicaría que los dos años que faltan estarán dirigidos no a gobernar con eficacia y serenidad, sino a preparar desde ahora el escenario de 2026”, argumentó el senador de la Alianza Verde.
A su vez, miembros de partido de oposición como el representante Hernán Cadavid del Centro Democrático que esto “es un grueso ataque a la democracia colombiana”. “La defensa de las instituciones no le corresponde solo al Congreso sino a todos y vamos a salir a hacerlo. Ojo con el anuncio de Petro porque esto es reemplazar la Constitución actual y remover el Congreso ante la imposibilidad de avanzar con las reformas”, indicó.
El también senador de la Alianza Verde, Ariel Ávila, asentó su posición en que la imposibilidad de las reformas es “una caja de Pandora” que muchos congresistas no están dispuestos a abrir, por lo que el Gobierno tiene que entender que para que estas sean aprobadas tienen que modificarse algunos aspectos que desde la corporación se plantean a través de consensos y negociaciones.
“La oposición debe entender que venimos de un país en crisis donde hubo un estallido social y hay cosas que hay que reformar, entonces hay que llegar a algunos consensos sobre ellas y debatirlas. Pero la Asamblea Nacional Constituyente es una idea muy negativa en este momento para el país”, dijo Ávila.
De otro lado, algunos conocedores del tema como el activista político y comunicador social Celso Tete Crespo, apoyan la propuesta de Asamblea Nacional Constituyente, argumentando que muchas de las instituciones del Estado “no representan los intereses del pueblo sino de la clase política y económica”.
“Tenemos unos organismos de control 100% politizados y corruptos, que persiguen. Miren la Procuraduría, el Consejo de Estado, la Contraloría, el CNE, Registraduría, la Fiscalía y unas Cortes que nadie juzga, un sistema judicial inoperante, entre otros. Colombia tiene un establecimiento que solo cuida los privilegios de unos cuantos”, enfatizó el activista.
Vale mencionar que el planteamiento ha generado mayor controversia porque durante la campaña a las elecciones presidenciales, Gustavo Petro aseguró que no convocaría a una Asamblea Nacional Constituyente.