La pena que le habían impartido era de 29 años de cárcel y acarreada esta por la muerte de tres jóvenes inocentes.
La mañana del lunes 29 de mayo, el juez del caso dejó en firme la condena de 29 años de cárcel contra el coronel en retiro de la Policía Nacional, Benjamín Darío Núñez, por el vil asesinato de tres inofensivos jóvenes que residían en el municipio de Chochó, en el departamento de Sucre, hechos acaecidos el 25 de julio de 2022 en un procedimiento que terminó siendo un ‘falso positivo’ más de la institución policial.
De acuerdo con la Fiscalía General, Benjamín Núñez, ante la contundencia de las pruebas presentadas y que determinaron que disparó a ‘sangre fría’ dentro de un vehículo de la Policía en el que eran transportados como detenidos las víctimas identificadas como Carlos Ibáñez Mercado, José Carlos Arévalo y Jesús David Díaz, no tuvo de otra que aceptar su responsabilidad a través de un preacuerdo.
El exalto mando policial, quien en el momento del suceso que causó conmoción en todo Sucre fungía como jefe Operativo de la Policía en mencionada municipalidad, aceptó los cargos de homicidio agravado, ocultamiento, alteración o destrucción de pruebas y privación ilegal de la libertad.
Artículo relacionado: “Que me perdonen por lo que yo hice”: coronel (r) Núñez aceptó su culpa en masacre de Chochó, Sucre
Como se recordará, los jóvenes habían sido detenidos horas después de que ocurriera en una tienda en la también población sucreña de Sampués el asesinato de un uniformado de la entidad policiva, en el marco de un ‘plan pistola’ decretado para esa fecha por el ‘Clan del Golfo’ contra los miembros de esa institución.
En un puesto de control retuvieron a Mercado, Arévalo y Díaz, instantes en que se movilizaban en motocicletas, señalándoseles en primera instancia de ser los integrantes de dicha ‘bacrim’ que perpetraron el acto sicarial contra el uniformado Diego Felipe Ruiz Rincón, conociéndose el 3 de mayo pasado sobre la aprehensión de quien sería el verdadero determinador de dicho crimen: Jairo Castillo Beltrán, alias ‘Miller’, integrante del ‘Clan del Golfo’ y quien fue capturado en esa región sabanera.
Seguidamente, bajo órdenes del comandante Benjamín Núñez, fueron subidos los tres jóvenes por otros agentes a la camioneta de la Policía y trasladados a una zona apartada donde fueron golpeados y torturados y recibieron el ‘tiro de gracia’ de su verdugo.
Sin vida y a bordo del vehículo policial, fueron conducidos los tres cuerpos hacia una clínica de Sincelejo, haciéndolos pasar como miembros de citada banda criminal, quienes cayeron en un operativo en la búsqueda de los autores materiales de la muerte de Ruiz Rincón.
Según la investigación: “El entonces coronel les pidió a los uniformados que presenciaron lo ocurrido, que registraran información falsa en los informes respectivos para hacer pasar a los tres jóvenes como integrantes de una estructura delincuencial que recientemente había asesinado a un uniformado en Sampués“.
El ente acusador indicó en otro aparte de su pesquisa que el oficial de la Policía, en un notable abuso de poder, solicitó fueran ocultados los orificios y rastros que dejaron en el vehículo el uso del arma de fuego que acabó con la vida de las tres personas, con el fin de desviar las investigaciones.
Por este nuevo ‘falso positivo’ de la entidad que debe velar por la seguridad y estar de lado de la ciudadanía, la justicia igualmente conminó a pagar al expolicía asesino una multa de 100 salarios mínimos legales mensuales vigentes, además de una inhabilidad de 30 años para las ejecuciones de funciones públicas.
