Aunque la primera hipótesis apunta a que la adolescente de 16 años se habría quitado la vida en el inmueble donde residía con su abuela y hermana, allegados piden esclarecer la causa de su deceso.
En extrañas circunstancias perdió la vida el pasado lunes 22 de julio Sharith Fernández Hernández, menor de 16 años de edad que residía en el barrio La Pradera, en Barranquilla, Atlántico, con su abuela materna, tía y hermanita.
Inicialmente, se habló de que, posiblemente, la adolescente se habría quitado la vida en el inmueble ubicado en la carrera 36B con calle 116; no obstante, vecinos de Sharith aseguran que ella era víctima de malos tratos en su hogar y que no creen que haya tomado una decisión fatal.
La adolescente fue llevada por familiares al puesto de salud de El Pueblito, pero ya no tenía signos vitales
Esa misma sensación de incredulidad que tienen los vecinos es la que invade a Adrián Fernández, padre de la menor, quien reside en Venezuela, pero se encuentra en Barranquilla haciéndole frente al caso de la muerte de su hija.
“Yo quiero saber lo que le pasó a mi hija y de qué murió, yo vivo en Venezuela, ella nunca me dijo que estaba enferma, si no, yo me hubiese venido para acá porque es hija mía y me duele mucho, un ser querido, nunca me esperé esto, estoy asombrado y no veo qué hacer”, expresó el hombre.
Sharith era una joven cristiana que amaba ir a la iglesia y cantarle a Dios, ahora muchos extrañan su alegría y presencia. A su progenitor le entregan varias versiones: “Me dicen que murió de un infarto, de leucemia, no sé, ella estaba bien, me asombra la muerte de ella y quiero que salga a la luz qué fue lo que le pasó realmente a mi hija, que me llegue el informe. Yo estaba en Venezuela, pero estaba en contacto con ella, me llamaba por el celular, me decía que ella estaba bien, nunca me dijo que estaba enferma, por eso me asombra que de la noche a la mañana se me vaya a morir“.
Finalmente, el hombre contó: “Ella vivió con su abuela materna toda la vida, pero yo siempre estuve pendiente. Mi hija era hermosa, cristiana, cantaba en la iglesia, tocaba guitarra, violín, este año iba a salir para la universidad y me asombra, me duele mucho, no sé qué pensar, pero hay un Dios que me está dando fortaleza”.
