Angélica Gaitán Medina, ante todo, es un milagro del mar. Ese mismo que luce implacable y traicionero, defraudó las intenciones suicidas de Angélica al devolverla con vida, como si estuviese acatando una decisión divina.
Según su propio testimonio, publicado en exclusiva en Impacto News, Angélica ha chocado con la vida muchas veces. En sus angustiosas palabras, recién rescatada del mar de Puerto Colombia, confesó ser víctima de maltrato físico desde su infancia al recibir golpes en la cabeza y severos castigos por parte de su madre.
Entre lágrimas, Angélica ha expresado a varios familiares haber vivido el sufrimiento del maltrato intrafamiliar por parte de su exesposo, Javier Castiblanco, razón por la que habría decidido viajar a Ecuador e incomunicarse con su familia. Sus 2 hijas desmienten esta aseveración.
A partir de ese viaje, el rumbo de Angélica fue desconocido. Las expectativas laborales con su medio hermano en Ecuador no fueron positivas. Como pudo viajó a Barranquilla, con sus sueños rotos y sus bolsillos vacíos. Pidió alojamiento en el hogar de paso Camino de Fe, cual habitante de la calle. Allí, cuenta Angélica, vivió los peores días de su vida. Durante 7 meses, recibió humillaciones, maltrato sicológico, matoneo y desprecio, denuncia que deberá ser aclarada por la directora del hogar, Ada Sierra.
Magaly Medina y Marta Medina, tías de Angélica, viajaron de Bogotá a Barranquilla con la intención de ver a su sobrina; algo les decía que las cosas no estaban bien en el hogar de paso. Angélica permanecía incomunicada, no la pasaban al teléfono, no recibía las prendas de vestir que le enviaban desde Bogotá y que de manera extraña, la directora pedía enviaran a su domicilio personal y no al hogar donde estaba Angélica.
Las tías llegaron el jueves a la ciudad y les fue imposible durante 48 horas poder ver a su sobrina, no se lo permitieron; la directora las amenazó con firmar un consentimiento para que quedaran a cargo de Angélica, de lo contrario sería echada a la calle en las próximas horas, como en efecto ocurrió el día viernes.
Angélica, desesperada y agobiada con sus 4 mudas de ropa encima, tomó la decisión de acabar con su vida. Caminó por varias horas bajo el sol inclemente, le preguntó a una persona dónde quedaba el mar, ésta le respondió que tomara una buseta y llegara a Puerto Colombia, le regaló $2.000 pesos para el pasaje sin imaginarse que servirían para ejecutar una fatal determinación.
“Mi cuerpo te pertenece”
La historia de Alfonsina y el mar estuvo a punto de repetirse; su protagonista, la poetisa y escritora argentina Alfonsina Storni, se suicidó en 1938 en Mar del Plata al internarse en el mar aduciendo que el suicidio era una elección concedida por el libre albedrío.
Angélica Gaitán, empezó a caminar lentamente dentro del mar, mientras lloraba hablaba con Dios: “mi cuerpo te pertenece, nadie puede hacerle daño a este cuerpo”. Se fue adentrando con el autoestima por el piso, no quería sufrir más, quería alejarse lo más posible de la orilla del mar para hacer imposible el retorno.
Aquella mujer elegante y de buen vestir, aquella exitosa modista, madre y dueña de una bella sonrisa, solo eran parte del pasado. Sus recuerdos y tristezas se sumergían con ella.
Por lo menos, 10 horas permaneció flotando en el mar Angélica, se presume que fue entre las 7 de la noche y las 5:30 de la mañana, hora en que Rolando Visbal y Gustavo Bosch, practicantes de la pesca deportiva, la divisaron en alta mar y la rescataron con vida.
“Increíble que haya logrado mantenerse a flote por más de 10 horas, con ropa y zapatos, sin ayuda de ningún medio de flotación. Estamos frente a un milagro”, afirmó a Impacto News, Rolando Visbal, su rescatista.
Angélica Gaitán se encuentra recibiendo tratamiento psiquiátrico en el Centro Terapéutico Reencontrarse, al norte de Barranquilla, adonde fue remitida por la EPS Sanitas. En los próximos días, deberá ser trasladada a Bogotá para continuar con el tratamiento de recuperación y estar más cerca de sus familiares.
A continuación, declaraciones exclusivas de Magaly y Marta Medina sobre los momentos de angustia vividos por Angélica Gaitán en el hogar de paso Camino de Fe y el pronunciamiento de sus 2 hijas en torno al presunto maltrato intrafamiliar.