Cada vez que la Selección Colombia visita a Barranquilla, el director técnico de la Tricolor, sagradamente, asiste a dicha parroquia y recibe la bendición.
Por: Sergio García, enviado especial Copa América USA 2024
En la mañana del sábado 22 de junio, la Selección Colombia realizó entrenamiento, a primera hora, en el Houston Sports Park con miras a su debut ante Paraguay, en la Copa América USA 2024.

Decidimos irnos para el JW Marriot, hotel de concentración de la selección en Houston, Texas, y allí esperar el mejor momento para captar imágenes de jugadores y cuerpo técnico. En efecto, de una camioneta tipo van, de color negro, se bajó Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol y vicepresidente de la Conmebol.

Con amabilidad nos saludó y se sorprendió sobre nuestra intención de acompañar a la Selección Colombia en su periplo por Houston, Texas; Glendale, Arizona; Santa Clara, California. De pasar a segunda fase y culminar en el primer lugar de su grupo, regresar a Arizona, o ir a Las Vegas, si la Tricolor clasifica en el segundo puesto. “Eso es muy duro”, afirmó Jesurun, consciente de las distancias de ciudades protagonistas de la Conmebol Copa América.

Seguidamente, ingresó al lobby del hotel, Néstor Lorenzo, director técnico que acumula 20 partidos invicto con la Selección Colombia. Entró a las carreras, sonriendo a los hinchas colombianos y accediendo a unas cuantas fotografías. Le extendí mi mano, respondió al saludo de manera formal, pero su prisa terminó cuando le dije: “Profe, el padre Juan Ávila de la iglesia Santa Teresita de Barranquilla, debe estar orando por la Selección Colombia”.

Se detuvo a responder mis palabras, sus ojos se iluminaron y con una sonrisa expresó: “Siempre voy donde el padre Juan, me le das un abrazo. Aquí estoy asistiendo a una iglesia de la Madre Laura”.

En efecto, cada vez que la Selección Colombia visita a Barranquilla, Néstor Lorenzo, sagradamente, asiste a la iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, ubicada en el barrio Villa Santos. Allí, escucha con atención la eucaristía, una vez finalizada, ora por varios minutos y luego recibe la bendición del padre Juan Ávila.

Desde que este hecho espiritual ocurre, la Selección Colombia ha mantenido su invicto. Más allá de un acto de cábala, el director técnico es devoto de Santa Teresita.
Hace algunas semanas, me encontré con el párroco de la Iglesia y le dije: “Padre Juan, necesitamos ir al Mundial, siga orando por Néstor Lorenzo y por la Selección, por favor”. El padre con ceño fruncido respondió tajantemente: “A mi no me metas en esos problemas”.