Los pacientes enfrentaban una posible interrupción en su atención médica y riesgo de desalojo del hotel donde están hospedados.
La Procuraduría General de la Nación intervino de manera oportuna para asegurar la continuidad en los tratamientos de alta complejidad y condiciones dignas de alojamiento y transporte para usuarios de la Nueva EPS, trasladados desde el archipiélago de San Andrés a Barranquilla.
Los pacientes, que se encuentran en la capital del Atlántico para recibir procedimientos como quimioterapia y radioterapia, enfrentaban una posible interrupción en su atención médica y riesgo de desalojo del Hotel Fontamar, donde se alojan actualmente. Sin embargo, tras acciones preventivas del ente de control y una mesa de trabajo con la Nueva EPS y la Superintendencia Nacional de Salud, se logró garantizar la permanencia de los usuarios en el lugar, así como el cumplimiento de sus tratamientos.
Durante la jornada, la Procuraduría verificó caso por caso junto a la EPS, la cual explicó las razones administrativas que habían generado la situación. El ente de control reiteró la obligación de garantizar de manera ininterrumpida los servicios de salud y el respeto por la dignidad de los pacientes y sus acompañantes.
En visita posterior al hotel, representantes de la Procuraduría constataron que la EPS había confirmado la continuidad del hospedaje, así como la autorización vigente para el transporte de los usuarios a sus respectivos centros médicos.
El Ministerio Público reafirmó su compromiso con la protección de los derechos fundamentales, en especial el derecho a la salud, e insistió en la importancia de mantener el diálogo entre las instituciones y la ciudadanía para prevenir cualquier vulneración a la dignidad humana.
Esta actuación se suma a los esfuerzos del órgano de control para garantizar una atención médica oportuna y condiciones humanitarias para los ciudadanos más vulnerables del país.
