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Impacto News

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“Presidente, la culpa no la tienen los bares”

Por: Eduardo Uribe

Si James dijo que era el mejor jugador de fútbol de Colombia por haber tenido 3 años buenos, entonces, yo soy el Messi de la noche y la psicología, porque en 31 años de vida nocturna aprendí a conocer la verdadera cara de la gente, la que sale a flote cuando está estimulada por el licor, la música y el ambiente.

Je sui Bar, no me joñe

En estas tres décadas, con algunas esporádicas paradas en otros puestos laborales como en Carulla, Vivero o Mega Estructuras, siempre trabajé por la noche, en el divertimento, en bares y discotecas, la gran mayoría exitosos.

Foto: Instagram

Haciendo un cálculo austero, he visto desfilar, por lo menos, a 700.000 personas, sumando todos los sitios en donde fui socio, empleado o asesor.

Con facilidad, identifico a un borracho, a 5 metros de distancia, a un ‘limpio’ que solo va de conquista, a un don Juan, a un casado, a un recién separado o a un ‘mariposa’ atrapa ebrios.

Foto: Instagram

Con las mujeres es un poco más difícil, pero sé cuando una mujer llega al bar a solo rumbear, a conquistar, a trabajar(prepaguismo que llaman) o a matar una pena.

Lo que sí aprendí en un bar y no en el colegio ni en la universidad, es que las mujeres son más inteligentes que los hombres; creo, ha sido la mejor enseñanza que he tenido, gracias, al mal llamado negocio de ocio o entretenimiento.

Foto: Instagram

Gracias a esos sitios nocturnos donde los ejecutivos, parejas, jóvenes, viejos verdes, chicas en celo, recién divorciadas, despechados y despechadas van a quitarse la máscara que se ponen en su trabajo, hogar, universidad, vidas miserables, aburridas o muy felices y ser ellos por 3 o 4 horas, entendí que solo en esos sitios la gente verdaderamente es inmensamente feliz.

No es que el alcohol nos impulse a comportarnos mal, es al contrario, es que el alcohol, la música, el baile, la compañía, desinhibe lo que no eres capaz de hacer en tu rutinaria vida y permite ser, al menos por un rato, lo que tú de verdad quieres hacer.

Si Colombia o el mundo es violento, no es por el trago, es que somos así. Si las colombianas son apasionadas y disfrutan el sexo con mayor intensidad que las de otros países, es por su forma de ser, no es una Margarita o un ron con Coca Cola lo que las impulsa.

Foto: Instagram

Si en Colombia la gente festeja el día de la madre o de la Virgen del Carmen, como si fuese una copa del mundo, no es por el vino, ni por la agua de panela fermentada, es que nos gusta y punto.

Por eso señor Presidente, si la gente se quita el tapabocas, la culpa no es de los bares; la gente sabe que en Colombia te puedes morir de COVID o de envidia, porque a bala, aquí en ‘Polombia’, nadie muere.

@UribeElBueno

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