Contradictores afirman que sería un elemento distractor por investigaciones de corrupción en su contra.
En la noche del pasado jueves 1 de septiembre, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner fue abordada por un hombre que la apuntó con un arma de fuego cuando se encontraba fuera de su residencia, ubicada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Según los resultados de las investigaciones reveladas por el presidente Alberto Fernández, el sujeto portaba una pistola calibre 38 y tenía en su interior cinco balas. Según el mandatario, por razones “que técnicamente no podemos confirmar en este momento, el arma, que estaba armada con cinco balas, no disparó aunque se apretó el gatillo”.
Una testigo indicó que todo ocurrió muy rápido y por la cantidad de personas que se encontraban en el lugar se convertía en “una presa fácil para este hombre”.
Algunos ciudadanos que estuvieron presentes en el momento en que ocurrieron los hechos, reprocharon lo sucedido e indicaron que todo sucedió muy rápido, así lo hizo una testigo que manifestó a CNN: “Como sociedad nos estamos perdiendo porque el odio nos lleva a cosas demenciales, a matar a alguien”.
Otros sectores afirman que se habría tratado de algo fingido debido a la acusación que hay en su contra por un presunto entramado de corrupción en contrataciones durante su gobierno, en 2007 y 2015.
“Me parece sospechoso la tranquilidad de la gente alrededor, en un atentado lo primero y básico es que todos salgan corriendo a protegerse y ahí todos se quedan viendo como si nada, mientras unos “atrapan” al sicario, vemos incluso una mujer cargada en hombros o montada en algo grabando o tomando fotos”, expresó un internauta.
Investigación sobre corrupción
El fiscal Diego Luceni, quien está encargado de llevar el caso de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta agravada, ha manifestado que la funcionaria hace parte de uno de los casos grandes de corrupción.
Las investigaciones de Fernández de Kirchner vienen desde el año 2003 cuando su esposo Néstor Kirchner era presidente, pero la investigación en contra de la exmandataria se materializó en el 2019 luego de determinar que el entramado habría seguido en su períodos presidenciales.
El ente acusador de Argentina pide 12 años de cárcel y muerte del ejercicio político para Fernández, quien desde el 2019 es vicepresidenta de este país.