El joven se tiró al canal de agua en San Cristóbal y su cadáver apareció en inmediaciones del corregimiento Gambote, Bolívar.
Huir de la Policía en un ataque de susto habría sido el factor que ocasionó la muerte trágica de Ronaldo José Rivera Mercado, de 24 años, en el Canal del Dique, en el departamento de Bolívar.
El incidente se registró el pasado lunes, 11 de agosto, en el municipio de San Cristóbal, Bolívar, luego de que el joven se asustara al ver una patrulla policial acercarse a él, aparentemente para practicarle una requisa. La decisión del mencionado fue lanzarse al agua para escabullirse.
Medios locales informaron que Ronaldo José fue visto nadando brevemente, pero poco después se sumergió y no volvió a salir a flote. Desde entonces, sus familiares, la comunidad en general y las autoridades iniciaron la angustiante búsqueda. La meta era hallarlo y muchos se aferraban a la esperanza de encontrarlo con vida.
Fue un calvario para sus allegados no saber nada sobre el paradero de Ronaldo; mientras tanto, las autoridades centraron su búsqueda en la parte baje del Canal del Dique, en el municipio de Soplaviento. No obstante, una llamada a la linea de emergencia cambió todo y no fue precisamente en esa población, sino más abajo todavía, en el corregimiento de Gambote, jurisdicción de Arjona, Bolívar.
Residentes de esa comunidad informaron a la Policía que avisaron un cadáver flotando en el Canal del Dique, en el sector de Medianías de Correa (en Gambote). Fue así como unidades de la Sijín y bomberos se desplazaron al sitio indicado para rescatarlo, adelantar los actos urgentes e identificarlo. Hasta ese momento no se sabía todavía si era Ronaldo u otra persona.
Ya en Medicina Legal de Cartagena, sus familiares y los estudios forenses preliminares pudieron identificarlo: se trataba de Ronaldo José, quien por tomar una decisión apresurada sucumbió ante la tragedia que hoy golpea a sus familiares más cercanos.
El caso se encuentra en etapa de investigación por parte de las autoridades. Entre tanto, en San Cristóbal se vive un silencio ensordecedor, un ambiente gris y triste por la partida de este hijo adoptivo, pues la víctima había nacido en la vecina población de Santa Lucía, Atlántico.
Informe: Luis Ángel Terán
