¿Qué es más fácil, aceptar a los amigos como son, así te hagan daño, o simplemente dejarlos ir?
Por: El blog de La Queen
“Amigo, es una palabra muy difícil de emplear y son pocos en el mundo quienes la merecen llevar”. Esta letra de José Bello en la canción ‘La palabra amigo’, es todo lo que significa para mi una amistad.
Aunque coincido con estas sabias palabras, reconozco que en muchas ocasiones somos ligeros al poner títulos a las personas que conocemos, nos dejamos llevar por las emociones y les entregamos el corazón a alguien que no lo valora.
En mi caso, pienso que he sido mi propio verdugo al aceptar a personas que me han terminado haciendo daño, dándoles mi afecto, aunque no reciba de ellos la misma proporción, pero aunque suene un poco mazoquista, decidí pensar que todas las personas tienen formas diferentes de querer y que unas lo hacen con más prevenciones que otras.
Sin embargo, si su cariño, mucho o poco, me permite sentir que de alguna manera hay una conexión especial, es suficiente para entregar mi corazón sin ningún reparo o miramientos.
Si lo pudiera describir, diría que les doy paso a entrar a mi paraiso, en donde todos nos sentimos libres y sin prejuicios. Allí permito aflorar mi lado cursi y dulce, dejando conocer todo lo que los roles y las máscaras del día a día siempre han tapado.
Pero siempre llega alguien que lo sorprende a uno con las defensas bajas y logra romper la ilusión de tener amistades reales y sinceras.
El año pasado, tuve varias situaciones donde quise cerrar y acabar con este paraiso creado, para que más nadie entrara a dañar mi ilusión.
Lloré mucho, me cuestioné y me regañé por ser ingenua, dejé de creer en las personas, me cerré y sentí mucho miedo, pero respiré, le di tiempo al tiempo y luego de un largo y duro duelo, llegué a la conclusión que prefiero seguir creyendo en mi paraíso, pensando que arriba hay algo celestial que se encargará de cortar, de alguna manera, las conexiones que no fluyan positivamente y así poder seguir construyendo mi mundo mental con personas que algún día aprecien ese lugar bello que he creado para ellos y quieran quedarse.
Por último, para responder la pregunta inicial: ¿Qué tan saludable es mantener amistades que te hacen daño? No es saludable y es preferible dejarlos ir.
Aprendí a identificar a quien no le hace bien mi amistad y quien me hace daño con la suya. Por el bienestar de ellos y por mi salud mental me alejé y di paso a otras personas que agradezco, hayan llegado a darme esperanza para seguir creyendo en la lealtad y en el amor desinteresado.
A los que ya viven en mi paraíso, disfrútenlo, que aquí siempre habrá mucho amor, buenas historias, comida rica y salsa que no es de tomate.
A los que no han llegado, vengan con cuidado que aunque parezca muy fuerte, soy de sentimientos delgaditos.
