Más de 10 millones de dosis ilegales quedaron fuera de circulación gracias a la operación de inteligencia. La droga tenía como destino Bélgica.
Con el poder total de su capacidad operativa e inteligencia estratégica, la Policía Nacional asestó un golpe demoledor al crimen organizado transnacional al incautar 4,1 toneladas de cocaína ocultas entre sacos de harina en un cargamento marítimo depositado en el puerto de Santa Marta y que tenía como destino a Amberes, Bélgica.
La droga, valuada en más de 111 millones de euros, iba a ser distribuida en las calles de Europa como más de 10 millones de dosis. Gracias a esta acción quirúrgica, ese veneno quedó fuera del alcance de las redes internacionales del narcotráfico y, sobre todo, fuera del alcance de la juventud y la vida urbana europea.
“Este cargamento, avaluado en más de €111 millones, representa una fractura importante para las finanzas del crimen organizado transnacional. No solo incautamos droga: desarticulamos rutas, bloqueamos economías ilícitas y salvamos vidas”, declaró el ministro de Defensa, Pedro Sánchez.
La operación fue el resultado de una labor de inteligencia táctica, infiltración logística y cooperación internacional. La cocaína se hallaba camuflada en un cargamento comercial aparentemente legal: sacos de harina. Pero tras semanas de seguimiento y análisis de perfiles, el equipo de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Colombia interceptó el contenedor antes de que zarpara.
Este decomiso representa un quiebre millonario en las finanzas de las redes de narcotráfico, afectando tanto a carteles locales como a sus socios europeos. Según las autoridades, las pérdidas superan los 120 millones de dólares, sumando transporte, producción, logística y distribución.
En lo que va de 2025, la Policía Nacional ha incautado 264 toneladas de cocaína en todo el país. Esta cifra pone de manifiesto la persistencia y evolución del narcotráfico, pero también la determinación con que el Estado colombiano enfrenta esta amenaza.
Informe: Luis Ángel Terán
