El joven de 24 años llevaba cuatro años en la institución y se había especializado en la unidad Antinarcóticos.
En la mañana de este lunes, la comunidad barranquillera, familiares, conocidos y la Policía Nacional de Colombia, despidieron en la capital del Atlántico al patrullero José Daniel Valera Narváez, uno de los 13 uniformados fallecidos que dejó el ataque criminal contra un helicóptero Black Hawk de la unidad Antinarcóticos en zona rural del municipio de Amalfi, Antioquia.
La Policía Metropolitana de Barranquilla y el Departamento de Policía Atlántico acompañaron las honras fúnebres en el Cementerio Universal, lideradas por los comandantes de ambas unidades, el brigadier general Edwin Urrego y el coronel John Harvey Peña.

El cortejo fúnebre estuvo cargado de nostalgia, los asistentes —familiares, amigos y compañeros de institución– no pudieron ocultar la tristeza que embargaba sus corazones por la repentina partida de aquel joven alegre, carismático, entregado y decidido que siempre soñó con ser policía y servir a su patria con vocación y virtud.
Su vida se apagó abruptamente ese jueves 21 de agosto sobre el mediodía, cuando él y 16 compañeros de unidad pretendían abordar el helicóptero que los sacaría de la zona donde habían pasado la mañana erradicando cultivos de coca. Se dijo que la aeronave fue atacada por un dron cargado con explosivos, pero el presidente Petro planteó otra hipótesis al mencionar que se trató de una “trampa” preparada por el frente 36 de las disidencias de alias Calarcá, quienes habían enterrado explosivos y estos detonaron cuando los uniformados hicieron contacto con el terreno.

Su padre y hermanos, en el barrio Evaristo Sourdis, en el suroccidente de Barranquilla, se enteraron de la noticia a las pocas horas: todo fue silencio en ellos, un nudo en la garganta acompañado de lágrimas hicieron evidente el dolor que les generó lo sucedido.
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La Policía Nacional se encuentra de luto, el país entero llora a sus héroes caídos: nueve patrulleros, un subintendente, un subteniente, un capitán y un mayor.

El patrullero José Daniel Valera Narváez era natural de Barranquilla, residía en el barrio Evaristo Sourdis, y llevaba cuatro años en la institución tras prestar el servicio militar, realizar el curso formativo de patrullero y adelantar la especialización en la unidad Antinarcóticos, donde cumplía misiones como la erradicación de cultivos ilícitos.
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Informe: Luis Ángel Terán




