“Me opongo a salidas que no sean dialogadas y que intenten el triunfo de una sector sobre el exterminio del otro”, señaló el presidente colombiano.
En medio del creciente temor regional por una posible intervención estadounidense en Venezuela, el presidente Gustavo Petro lanzó una fuerte advertencia sobre las consecuencias de una acción militar y reveló detalles de sus gestiones diplomáticas previas a las elecciones venezolanas. Según el mandatario, la situación actual —marcada por el endurecimiento del bloqueo, la crisis política y el aumento de tensiones armadas en la frontera— es resultado de la ruptura de los intentos de mediación que se adelantaron meses atrás.
Petro aseguró que antes de los comicios venezolanos buscó un “diálogo nacional” e incluso actuó como mediador entre los gobiernos de Nicolás Maduro y Joe Biden, en reuniones realizadas en Bogotá con delegados de Europa, Estados Unidos, Venezuela y la oposición venezolana. Sin embargo, subrayó que los acuerdos previstos para habilitar candidaturas, desmontar sanciones y garantizar un proceso electoral libre no se cumplieron.
“Las elecciones no fueron libres: no hubo desbloqueo, no dejaron participar a Corina y mantuvieron el precio por la captura de Maduro”, recordó.
El presidente vinculó directamente la tensión presente, que incluye la amenaza de una operación internacional contra el gobierno de Maduro y la presencia de grupos armados en la frontera colombo-venezolana, con el fracaso de la vía negociada.
Petro advirtió que un “desmantelamiento violento del Estado venezolano” podría desencadenar un escenario similar al de Libia, con la proliferación de bandas armadas y fragmentación territorial, afectando tanto a Venezuela como a Colombia. Señaló que ya existen miles de hombres armados de lado y lado de la frontera listos para aprovechar economías ilícitas y el control de territorios estratégicos.
“Se piensa en una solución ‘quirúrgica’ al estilo de Panamá, pero en Panamá hubo miles de muertos”, dijo, alertando que bajo las condiciones actuales el impacto sería mayor.
Frente al clima actual, Petro aseguró que la única alternativa viable sigue siendo un acuerdo político amplio dentro de Venezuela, sin exclusiones y sin imposiciones externas. Reveló que propuso un “gobierno de transición compartido” inspirado en el Frente Nacional colombiano, fórmula que, según él, podría abrir la puerta a elecciones realmente libres.
También señaló que existió una comisión latinoamericana de mediación con México y Brasil, pero que no prosperó por “sectarismos” y por la presión de Estados Unidos.
Para el presidente colombiano, la lección histórica del conflicto civil en su país debería servir de guía: “Después de 300.000 muertos, solo el diálogo y un gobierno compartido permitieron terminar la violencia”. Finalmente, insistió en rechazar cualquier salida militar, justo cuando la región debate cómo reaccionar ante el deterioro acelerado de la situación venezolana.
