La Gobernación del Cesar presentó al nuevo Pedro, quien se dio a conocer por su obra en el Parque de las Madres, en Valledupar.
Por: Laura Rocco
La satisfacción por el progreso y la esperanza de no caer nuevamente en el oscuro abismo de las drogas hoy iluminan la mirada de Pedro Antonio Ortega Durán, de 48 años, apodado el Escultor del Parque de las Madres en Valledupar, Cesar.
Para los valduparenses, especialmente, los que trabajaban y/o residían cerca de dicho lugar, Pedro ya era conocido, todos sabían de su talento y también del yugo que lo tenía en las calles.
Sin embargo, en marzo de 2021 una idea se apoderó de su ser, quizás producto de un designio divino que lo llevaría a darle un giro de 180° grados a su vida. Un día cualquiera, tras ver un árbol de almendro seco, el artista apasionado tomó la determinación de tallar en este a Cristo.

“Hicimos famosa a la persona correcta”
La obra fue auténtica y para muchos resultó sublime que un ser al que tantos miraban con desprecio por su adicción hubiese sido capaz de algo tan hermoso y espontáneo.
Fue así como las fotos de Pedro haciendo su escultura, y de la obra en sí, comenzaron a difundirse por los medios de comunicación de la ciudad, del departamento y de Colombia, además del estremecedor impacto que tuvo en las redes sociales.
De ese modo, la historia de Ortega llamó la atención de Cielo Gnecco, primera dama del Cesar, quien lideró el proceso de recuperación del artista, enmarcado en el compromiso de la Gobernación para “hacer frente al flagelo de las drogas”.

A las 9:00 a. m del miércoles 20 de abril del año en curso la Gobernación del Cesar hizo oficial la presentación del nuevo Pedro, un hombre encantador cuya presencia deja sin aliento al ver en él un cambio tan significativo que muchos no han tenido la voluntad de hacer o la ayuda para lograrlo. Aquí es donde nace pensar que esta vez hicimos famosa a la persona correcta.
La Gobernación organizó en su sede un conversatorio titulado “Una nueva vida, una nueva oportunidad”, donde el escultor y pintor contó cómo logró salir de las drogas impulsado por su amor al arte.
La historia del cambio
En un emotivo video la Gobernación del Cesar resumió el proceso de Pedro, integrando testimonios de personas que lo conocieron cuando estaba en lo más bajo y ahora se enorgullecen de sus logros.
El comerciante Héctor Arroyo, quien aseguró conocerlo desde hace muchos años, recordó que de un momento al otro Pedro apareció en el parque diciendo que iba a tallar un Cristo en el árbol.
“Cuando inició nadie le paró bolas, pero cuando estaba tallado la personas le empezaron a hacer entrevistas, a hablar con él, pero la platica que le daban la metía en vicios”, indicó.
Dentro de Pedro se estaba librando una lucha, en él se había encendido una chispa de la esperanza aferrada a la fe, pero las drogas hacían lo posible por apagar su iniciativa.
Mientras se desarrollaba esa batalla en su interior, el escultor, quien alguna vez tuvo su taller de ebanistería, iba en las madrugadas y diferentes horas del día a trabajar su obra de arte.

Jairo Hernández Villazón, representante legal de la IPS Hombres de Bien, la cual está atendiendo el proceso de Pedro, contó sobre el día en que los planes para la transformación se empezaron a concretar:
“Un día me llamó la señora Cielo Gnecco, me dijo que ella quería ayudar a una persona en especial y me recordó que era el Escultor del Parque de las Madres (…). Pedro entró desubicado, pero convencido de que iba a dar la pelea“.
“Cuando tú quieres las cosas no hay nada difícil”
Ortega Durán llevaba décadas en las drogas y más de cuatro años en la indigencia aunque, como se supo desde un principio, sí tenía un hogar al cual ir, solo que las drogas no le permitían retomar el camino a la casa de su madre en el barrio Obrero de la capital del Cesar.
Cuando era un niño a Pedro se le murió su padre y, pese a que logró culminar el bachillerato, al regresar de prestar el servicio militar comenzó con su adicción a la marihuana, desde allí su vida fue de mal en peor, llena de altibajos y con tres procesos de rehabilitación que terminaron fallando.
El escultor expresó: “No llegaba a la casa por no molestar y me rebuscaba era haciendo cositas hasta que dije no más, ya no quier más, ya es suficiente y ahora estoy acá en el centro”.

Su deseo de cambiar siempre surgía apoyado en el arte, Pedro sabía que tenía un gran talento y no lo estaba aprovechando, al respecto, dijo:
“Yo he querido siempre salir de la droga porque tengo un arte que sé que es lo que tengo de valor en ello, cuando tú quieres las cosas no hay nada difícil, Miguel Ángel Buonarroti es uno de los escultores del renacimiento, tiene una palabra que dice, el mejor artista es el que ve la obra hecha en la forma que tiene la piedra“.
Además, reveló la historia del Cristo que talló en el almendro, resultado de una promesa que le hizo a Dios. “Yo quería hacer algo grande, me gustaría hacer un museo en forma de una fundación, entonces, yo vi la forma que tenía el árbol y dije: ‘Yo ahí saco ese Cristo porque lo saco‘”.
Pedro ahora tiene un progreso que mantener, una vida nueva por la que luchar, muchas ayudas que agradecer y una familia que lo apoya para que no desfallezca en este intento, con el fin de que se esfuerce por los suyos, por su hija y, especialmente, por él mismo.
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