La mayor afección la padeció un vecino del escenario deportivo, quien vio destrozado el panorámico de su carro, siendo lo peor, que nadie le responde por lo sucedido.
Por: Iván Peña Ropaín.
Un nuevo hecho de violencia, pelea y daño en bien ajeno se produjo en una cancha de Barranquilla, siendo esta vez el epicentro de alteración del orden público la de mini-fútbol del barrio Los Pinos, situado en el suroccidente de la ciudad, en cercanías al antiguo Seguro Social.
En un video que se ha hecho viral en redes sociales en las últimas horas, se aprecia una fuerte reyerta suscitada en los minutos finales del partido que sostenían, la noche del martes 19 de diciembre, los equipos barriales Real San Isidro y Cerveceros, quienes se jugaban su paso a la fase de cuartos de final en la denominada ‘Copa Campeón de Campeones Fútbol 7’.
De acuerdo a lo que se ha establecido con testigos de lo acaecido, cuando restaban 2 minutos para esfumarse el cotejo futbolístico, yendo el marcador 2-0 para los muchachos de San Isidro, los jugadores contrarios, en su desespero por empatar, incurrieron en el juego fuerte, no median el juego limpio al momento de quitarle la bola al jugador del otro equipo.
Ello propició a que uno de los jugadores en cancha viera la cartulina roja, incrementando esto la efervescencia en el cotejo, principalmente, por los lados de los seguidores del que perdía el compromiso: Cerveceros, quienes estaban en las graderías con los ánimos alterados porque ya empezaban a ver de cerca la eliminación, perfilando ello la ‘olla a presión’ que estaba a punto de hacer ebullición.
Minutos después, las groserías que le comenzaron a decir dos personas desde las graderías al cancerbero de Cerveceros lo terminó ofuscando, abalanzándosele este a quienes lo insultaban, pero sin tomar connotaciones mayores ese momento de sobresalto porque se logró controlar la situación al instante. Empero, de un momento a otro estalló la cosa cuando jugadores del que ganaba intentaron interceder por quienes continuaban denostando al arquero adversario, pues ya eran objetivo de varios de los adeptos a los que algunos apodan “los borrachones”.
A partir de ese momento, el terreno de juego en el que más bien debían poner la ‘bolita’ en los pies, hacer pases y meter goles, se terminó transformando en un campo de batalla en el que iban y venían trompadas, patadas, piedras, palos, botellas y una que otra ‘arma blanca’ empeladas por algunas de las personas que participaron en la patulea que alteró la tranquila noche que se vivía en Los Pinos.
Y alborotó tanto a ese barrio del suroccidente de Barranquilla, que el pugilato afectó varias propiedades privadas al rededor de la cancha de mini-fútbol, según le contaron varios testigos a Impacto News, siendo el más afectado un vehículo que estaba estacionado en el sector, al que con una piedra que lanzaron le quebraron todo su panorámico, sin descubriese al responsable, por lo que ahora al dueño del carro le tocará sacar de su bolsillo para reponerlo, y en plena Navidad, en la que los gastos deben medirse por todo lo que trae consigo esta época especial.
Este medio contactó a Julián Núñez, organizador de enunciado torneo fútbol 7, quien en su corta declaración que dio vía telefónica indicó que, efectivamente, un carro se vio afectado en su panorámica, pero dejó en claro que no es cierto que varias viviendas en la zona hayan resultado averiadas en sus fachadas o ventanales.
Ante la pregunta si tuvo que intervenir la policía y estos no permitieron que se continuara el desarrollo de la jornada de octavos de final con un siguiente partido, Núñez manifestó que así fue, precisando al tiempo que es la primera vez que ocurre esto en su torneo y que este va a continuar tal como venía, agregando que estas son cosas que lastimosamente a veces suceden.
Por otro lado, no precisó si va a ver algún tipo de sanción deportiva contra Real San Isidro y Cerveceros, aunque hay que aclarar que los principales responsables del caos desatado fueron personas ajenas al compromiso futbolero, situación que al final contagió a varios de los jugadores, quienes mutaron de futbolistas a boxeadores y karatecas.
