“El confinamiento al que está sometida la población civil es peor que la que vivieron en épocas de pandemia”.
Al menos nueve mil personas de las poblaciones de Istmina, Nóvita, Medio San Juan, Litoral del San Juan y Sipí, viven una crisis humanitaria por cuenta del paro armado que viene adelantando la guerrilla del ELN en las diferentes zonas del Chocó. A su vez, se suman los enfrentamientos que vienen sosteniendo con el grupo delincuencial Clan Del Golfo.
Juan Rivas, alcalde de Sipí, manifestó que el confinamiento al que está sometida la población civil es peor que la que vivieron en épocas de pandemia.
“La gente está cohibida, secuestrada, estancada, aguantando hambre, simplemente recibiendo lo que le puede llevar la administración. Hoy la gente ya no puede salir de las casas ni a buscar el pancoger”, afirmó el mandatario.
La máxima autoridad de Sipí cuestionó a la guerrilla por hablar de cese al fuego bilateral cuando se están registrando enfrentamientos similares a los que se “vivieron en los años 2003, 2004, 2007, cuando se tomaban la cabecera municipal”.
Comunidades de esas zonas manifiestan que las autoridades no responden a su clamor y que por el contrario, estos grupos delincuenciales son “la autoridad en esta región”.
¿Qué dice el Gobierno Nacional?
A través de un comunicado, la oficina del comisionado de Paz exigió al ELN “levantar el paro armado y rechazar estas acciones violatorias al derecho humanitario”.
Por su parte, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, expresó que “bloquear a una población es completamente la antítesis de mandar mensajes de convivencia. Quiero recordarle al ELN que un proceso de paz lo puede negociar el gobierno con una organización insurgente, pero lo valida es la sociedad, y la sociedad frente a estos hechos evidentemente genera un rechazo”.
Por: Yeinner Garcés