Aún con el equipo eliminado, la hinchada verde sigue aplaudiendo al de La Chinita.
Por: Iván Peña Ropaín.
Los fanáticos del Junior de Barranquilla nunca imaginaron que su ídolo, Teófilo Gutiérrez, mostraría tanta pasión por el segundo y único equipo con el que ha jugado en Colombia, el Deportivo Cali.
El talentoso volante barranquillero, desde que llegó al verde caleño, ha mostrado una gran empatía con todo el entorno del actual campeón de la Liga Betplay. Ha forjado una sólida relación con las directivas, ha construido una gran amistad con el plantel de jugadores y miembros del staff y, por supuesto, se ha ganado lo más difícil: el cariño, respeto y reconocimiento de los hinchas de Cali. Tanto, que es de los pocos jugadores aplaudidos y ovacionados, así ya estén eliminados desde hace rato de la opción de acceder a los cuadrangulares finales.
Además de las imágenes de buena relación de la que goza Teo con su actual equipo, las que se han percibido desde su llegada en el segundo semestre del año pasado, quizá la de mayor fervor son las que se observaron este fin de semana en el compromiso que el cuadro ‘azucarero’ sostenía contra Águilas Doradas, por la fecha 17 de la Liga colombiana.
Durante todo el cotejo, el considerado uno de los ídolos del Rojiblanco, portó en todo momento en sus manos una bandera del elenco caleño. Desde el palco, en el que se hallaba con su familia, a Teófilo se le vio agitándola en varias oportunidades en aliento para sus compañeros en cancha; parecía un hincha más, parecía que estuviera animando al “amor de su vida”.
Por momentos se contagió con los cánticos de los pocos hinchas que asistieron a ese partido en Palmaseca, quienes corearon su nombre en varias oportunidades.
En otro tramo del compromiso contra el cuadro antiqueño, a Teo se le vio callado y triste, ya que su Deportivo Cali perdía. Y ni hablar de la aflicción con la que salió del palco una vez el árbitro pitó el final del partido, que terminó 1-0 a favor de la visita.
Sin dudas, quien declarara desde sus inicios como futbolista que el amor de su vida es Junior de Barranquilla, el fútbol esquisto que expone en cancha y el que fuera pieza clave para darle una estrella al club vallecaucano tras seis años de sequía, le abrieron las puertas del corazón del hincha ‘azucarero’, lo que, al parecer, también está flirteando, o ya ‘engatusó’, a Don Teo.
