“La superación personal no tiene límites, siempre debemos buscar alcanzar la excelencia y ser día a día una mejor versión de nosotros mismos”.
Mi nombre es Sergio García Gómez, hijo de Héctor García Gutiérrez, quien en vida fue trabajador de una reconocida empresa cervecera. Al pensionarse, ejerció el oficio de taxista. Con su sudor y largas horas al volante, me brindó educación primaria y secundaria, siendo siempre sincero en que sus recursos no alcanzarían para brindarme estudios profesionales.
Mi madre es Miriam Gómez Gallardo. Al igual que mi padre, no tuvo el privilegio de ser profesional.
Al ver distante la posibilidad de realizar estudios superiores, decidí a los 14 años ingresar a las comunicaciones. Inicié en Emisoras ABC como radio operador, luego fui grabador, locutor, programador y director. Al mismo tiempo era quien presentaba todos los actos cívicos en el Colegio de la Costa. Allí tuve a mi primer tutor, Alberto Luis Portacio, una gran voz, locutor de noticias en sus años de juventud y quizás el mejor rector que ha tenido la educación en Barranquilla.
A los 20 años, dirigí RCN Barranquilla Estéreo, compitiendo con Radio Tiempo, emisora a la que hoy pertenezco, luego de mis 50 años.
En adelante logré forjar una carrera exitosa en la televisión regional, gracias a Miércoles de Impacto. Crónicas como El descabezado de Tenerife; Deyman Ariza, el gran varón que por 20 años fue travesti y se convirtió en pastor cristiano; o El exloco vitrina, son documentos audiovisuales de gran recordación en Telecaribe, incluso, con cientos de miles de reproducciones en la plataforma digital YouTube.
Pero un día la pandemia tocó las puertas de mi hogar, y no precisamente el COVID-19. Por motivos de licitación pública, salí del aire en el canal y surgió la pregunta: ¿qué voy a hacer?, ¿de qué voy a vivir? Esta pausa obligada me forzó a migrar a las redes sociales. Hoy reflexiono y digo que es lo mejor que me pudo haber pasado.
Nació Impacto News, gracias a la entrevista que se viralizó con el Pibe Valderrama. Actualmente, somos uno de los tres medios más consumidos en Barranquilla y el Atlántico, y con un gran equipo de profesionales, trabajamos día y noche con el fin de alcanzar el primer lugar.
Reconozco que en mi vida había una asignatura pendiente, ser profesional de la comunicación. ¿Para qué serlo después de 50 años de edad?, me decían.
Soy de los que piensan que la superación personal no tiene límites, que siempre debemos buscar alcanzar la excelencia y ser día a día una mejor versión de nosotros mismos.
Agradezco públicamente a la Institución Universitaria Americana por brindarle a este valioso grupo de periodistas la oportunidad de ser profesionales, de reconocer y validar nuestra experiencia y de hacer historia, al conformar la primera promoción de Comunicación Social.
A Dios, gracias por brindarnos sabiduría a la hora de tomar decisiones en la distribución de nuestros tiempos para cumplir con las responsabilidades educativas y labores.
A mi esposa y a mis hijos, agradecerles por el apoyo y la paciencia. Los largos días de ausencia hoy se ven recompensados con este titulo profesional.
A nuestro tutor, el Dr. Luis Navarro, gracias por su nivel de exigencia, por enseñarnos a leer lo que parecía inentendible y lograr sustentar de manera exitosamente. A Diana Buendía por hacerme esa llamada ganadora para hacer parte de este proceso académico; al profesor Juan David Neira, Benjamín Quintero, Robin Jiménez, Vanessa Saldarriaga y a cada uno de nuestros docentes, gracias, gracias por las enseñanzas.
El camino continúa, ahora no solo quiero ser comunicador social, deseo iniciar estudios de especialización, maestría, doctorado, ser catedrático y devolver mis conocimientos a las nuevas generaciones del periodismo.
Nunca será tarde para ser un profesional. Gracias a La Americana. A mucho orgullo, un comunicador invencible.