La bélica misiva fue dirigida por el denominado Ejército Gaitanista de Colombia, el viernes anterior, al gerente de esa ruta del servicio público y ceñida esta a temas extorsivos.
Frente a las amenazas de retaliaciones violentas y de las que fue objeto por medio de un panfleto la empresa de buses Cooasoatlan, pasquín que le hicieron llegar el viernes 23 de agosto, los conductores decidieron este sábado no embarcarse en los automotores para recorrer las distintas rutas que cubren en Barranquilla.
Entre los “profesionales del volante” comenzó a reinar el pánico desde ayer mismo, tomando esta madrugada la tajante decisión de no salir a las calles a laborar para no poner en riesgo sus vidas y la de los pasajeros, pese a que las autoridades reiteran que vienen garantizando la seguridad en este tipo de situaciones.
La carta intimidatoria rezaba: “Por orden del Estado Mayor Central del Ejército Gaitanista de Colombia, se le informa al señor Jesús García, gerente de la empresa Cooasoatlan, la cual tiene 12 horas a partir de hoy a las 00:00 horas, para que se comunique con nosotros y poder dialogar de forma pacífica y llegar a buenos acuerdos de un tema que se viene tocando con todo el gremio de transporte terrestre público aquí en el departamento del Atlántico, sin tener que tomar medidas drásticas o remitir contra algún funcionario de esta empresa”.
En el panfleto este grupo armado también se atribuye el atentado que sufrió, días atrás, un bus de la empresa Lolaya en el barrio Ciudadela Metropolitana, en el municipio de Soledad, el cual por fortuna no dejó víctimas humanas, pero sí daños en el panorámico del automotor.
El siguiente es el pasquín direccionado a la compañía Cooasoatlan:
Hasta ahora, a pesar de que las autoridades ya se encuentran investigando la veracidad de este panfleto amenazante contra otra empresa del servicio público en Barranquilla, no se han pronunciado para dar detalles del cese de actividades de los choferes de dicha línea de bus.
La que recientemente cesó operatividad en la ciudad fue la mencionada Lolaya, la semana pasada, cuyos conductores también se sintieron amedrentados y optaron por no ponerse en riesgo, paralizando labores por dos días.
