Las distintas autoridades gubernamentales y deportivas, así como el ente organizador, Panam Sports, evalúan el atraso reinante.
Por: Iván Peña Ropaín.
El transcurrir del viernes 14 de julio, se convertiría en ese día crucial para saber de una vez por todas si los Juegos Panamericanos Barranquilla 2027 se llevarán a cabo o no dentro de cuatro años en la Arenosa. Ello, ya que desde este miércoles se vienen adelantando una serie de reuniones para ver si puede dársele viabilidad o se desiste de estas justas que son preámbulo de los Juegos Olímpicos, los cuales tendrán su próxima versión en 2024 en la ciudad de París, Francia.
La especie de reunión repentina, privada y de carácter definitorio entre las partes vinculantes: Alcaldía de Barranquilla, Gobernación del Atlántico, Gobierno Nacional, Comité Olímpico Colombiano y la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports), obedece a la nimia actitud del Gobierno colombiano para con la ejecución del plan de trabajo. Sin bien falta tiempo aún, Panam Sports viene reiterando que la puesta en marcha de las obras requieren de un tiempo considerable de anticipación.
Esa preocupación que invade a Panam Sports también radica al afán en el que entró este ente organizador continental, atendiendo a que del viernes 20 de octubre al domingo 5 de noviembre próximos, se estarán cumpliendo en Chile los Juegos Panamericanos Santiago 2023, por lo que se hace imperativo que en el acto de clausura de los mismos haga presencia quien fungirá como testigo de la ciudad sede que realizará el certamen siguiente: Barranquilla.
Hay que anotar que los Panamericanos Barranquilla 2027 entraron en desasosiego con la llegada del nuevo Gobierno Nacional, haciendo su Ministra del Deporte en ese momento, María Isabel Urrutia, una serie de reparos, uno de ellos concerniente a que los juegos comprometerán millonarios recursos de la Nación.
Ante ello, el gobierno del Presidente Gustavo Petro planteó que sea la capital del Atlántico la que aporte el mayor porcentaje del dinero a invertir, lo que señalan los expertos no sería nada viable financieramente hablando para la ciudad.
En una sola oportunidad Colombia ha acogido estos importantes juegos, dándose el hecho histórico en la ciudad de Cali, en 1971. Después de ahí, lo intentó en varias oportunidades, volviéndolos a obtener con Curramba la Bella, que le ganó la puja a Bogotá, Quito (Ecuador), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Buenos Aires (Argentina).