Los hechos sucedieron en una cancha del barrio La Magdalena.
Cerca de las 10:00 a. m. del sábado 2 de octubre un grupo de niños de aproximadamente 10 años se encontraban jugando fútbol en la cancha del barrio La Magdalena, en el marco de la Liga de Fútbol del Atlántico.
Durante el partido se comenzó a gestar una discusión entre el árbitro asistente, también conocido como juez de línea, y un padre de familia que cuestionaba constantemente las decisiones tomadas.
Ls agresiones verbales pasaron a ser físicas cuando dos padres de familia, en presencia de los niños futbolistas, atacaron con piedras a la terna arbitral, hecho que ha causado repudio e indignación por el mal ejemplo dado a los menores.
Pedro Herrera, director de la Escuela Sport Boys, a la cual pertenecen los hijos de los adultos involucrados, se pronunció al respecto en entrevista con Impacto News.
“Yo no estuve en el partido porque estaba en otro, pero recogí la información de quienes estaban en la cancha. Al parecer, un señor llamado Guillermo, estaba reclamándole constantemente al arbitro por algunas decisiones que se tomaban. El línea en repetidas ocasiones lo mandó a callar. El señor Guillermo le dijo ‘Como esto siga así se va a formar un mierd***’, y el línea le dijo ‘´Píntamela que yo te la coloreo’“.
Luego de eso, uno de los menores de la escuela de Herrera cometió un error, le sacaron una tarjeta amarilla y cuando reanudaron el juego, una roja.
“Los papás consideraron que no era para expulsión y ahí es cuando el señor coge un pote y se lo lanza al línea. El profesor que estaba en la cancha sacó a los chicos y se fue a calmar a los padres”, agregó.
Una batalla campal en medio de la inconsciencia
En un video de los hechos se observa cómo dos padres lanzaban en repetidas ocasiones piedras hacia la cancha mientras estaban varios menores al interior.
Otros padres y madres de familia les suplicaban que se calmaran y dejaran de lanzar objetos, teniendo en cuenta que podían herir a los niños, pero estos no parecían escuchar, sino estar sumergidos en una rabia irracional.
“Rechazamos todo acto de violencia física y verbal que se pueda establecer en un certamen deportivo, el deporte está para acercarnos, para unirnos. Quiero que la gente sepa que desde el club lo rechazamos”. agregó Pedro Herrera.
El hombre también indicó que en medio de este tipo de competencias es indispensable saber comportarse, en especial si hay menores de por medio, frente a lo sucedido considera que las decisiones de los árbitros se deben respetar y si no se está de acuerdo con ellas, se coloca posteriormente la queja o se prescinde de los servicios del árbitro, pero nunca recurrir a la violencia.
“No hay cabida en un juego de chicos para que cinco adultos, incluyendo a los árbitros, hagan que las cosas terminen de esa manera. Yo tomé la decisión de sacarlos del club, pero me pongo a pensar en los niños que no tienen la culpa de las acciones de sus padres”.
Herrera se ha asesorado de una psicóloga y se encuentra en diálogo con el comité de disciplina del club, los cuales le han hecho apuntes sobre los chicos, y respecto a que debe plantearse un precedente sin que los menores paguen lo hecho por los adultos.
Uno de los adultos implicados le comentó a Herrera que se siente arrepentido por lo sucedido y desea dar su versión de los hechos y manifestar excusas de manera pública. También, está pendiente la conversación con los árbitros.
Informe: Laura Rocco
