Una de las balas disparadas rozó a un niño de dos años, nieto y sobrino de las víctimas. El menor está fuera de peligro.
El drama que viven familiares de Jack Daniel Gutiérrez, primera víctima mortal del ataque a bala en Soledad, la noche del martes, no para. El padre de este, Randy Daniel Gutiérrez, se encuentra en delicado estado de salud en la Clínica Los Almendros y su pronóstico no es el mejor.
En diálogo con Marlon Gutiérrez, hermano y tío de las víctimas, se conoció que el joven Jack se encontraba de visita en casa de su padre, departiendo con amigos y vecinos, escuchando música en un equipo de sonido tipo turbo, cuando llegaron los asesinos.
“Mi sobrino era un muchacho sano, alegre reservado, de su casa, no tenía problemas con nadie. Solo salía cuando los amigos lo venían a buscar, pero siempre estaba cerca de la casa. Él estaba en el lugar equivocado porque para que una sola bala le quitara la vida, tiene que ser así”, dijo Marlon.
Aseguró que su madre es quien crio a su sobrino, siempre había vivido con ellos y esa noche había ido a visitar a su padre. Jack, estudiaba Mecánica en un centro de educación técnica de la ciudad, era soltero y no tenía hijos.
Sobre la salud de su hermano Randy, dice que está muy delicado, pues a pesar del paso de las horas, los reportes médicos dicen que no ha parado de sangrar, que fue alcanzado por un proyectil en el páncreas y que su pronóstico es reservado.
“Mi hermano está muy delicado, a nosotros lo que nos dicen es que no para de sangrar y que está muy mal. Su estado es muy, pero muy delicado”, dijo Marlon Gutiérrez, quien aseguró que Randy es comerciante y prestamista.
Dijo desconocer qué pudo haber originado el ataque, pues casi todos los presentes son conocidos entre sí. Sin embargo, desconoce la identidad de un par de esas personas que fueron a las que mayor número de disparos le dirigieron los atacantes.
“Cuando comenzaron los disparos mi sobrino salió corriendo del sitio, pero una de las balas lo alcanza, él cae al piso y en la caída se fractura un brazo, tanto él como las demás personas recibieron impactos de manera accidental porque yo creo que iban solo por una persona”, expresó Gutiérrez.
Aseguró Marlon que en medio del dolor y la confusión por lo sucedido le dan gracias a Dios porque otro sobrino suyo, un niño de escasos dos años, fue rozado por un proyectil en su frente, pero este solo le ocasionó una quemadura. El pequeño está en buen estado de salud y no reviste riesgo alguno.
Sobre el sentido mensaje que escribió en su cuenta de Facebook, en que le pide a Dios que vele por su madre, Marlon aseguró que su progenitora está devastada por el dolor porque Jack era su nieto, pero además su hijo menor. Dice que le pide a Dios que la consuele porque ella está delicada de salud.
