En países musulmanes y asiáticos es donde más restricciones existe, pero Europa no se queda atrás. La mayor flexibilidad se da en América, donde existe un pensamiento más liberal.
La popular plataforma de contenido exclusivo OnlyFans, conocida por albergar a miles de creadores que monetizan contenido, en su mayoría para adultos, enfrenta crecientes restricciones a nivel mundial, desde bloqueos totales hasta regulaciones que limitan su funcionamiento.
Actualmente, al menos 18 países mantienen bloqueado o prohibido el acceso a OnlyFans, ya sea por motivos religiosos, culturales o de control estatal sobre los contenidos digitales. Entre estos países se encuentran:
Medio Oriente y Norte de África: Arabia Saudita, Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irán, Irak, Siria y Sudán.
Asia: Afganistán, Bangladés, Pakistán y Corea del Norte.
Europa y Asia Central: Bielorrusia y Kazajistán (bloqueado desde marzo de 2025 por preocupaciones sobre la salud mental de los jóvenes).
Angola, China y Cuba también mantienen restricciones absolutas a la plataforma.
En muchos de estos países, el argumento principal gira en torno a la preservación de los valores tradicionales, la moral pública o la aplicación de leyes religiosas como la sharía.

Restricciones parciales: entre la legalidad ambigua y la censura
En otras naciones, aunque el sitio no está técnicamente bloqueado, las leyes locales penalizan la creación o distribución de contenido sexual. Este es el caso de:
Turquía: que bloqueó la plataforma en 2023 tras una oleada de protestas conservadoras.
India: donde la publicación de contenido pornográfico puede acarrear sanciones legales.
Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia: donde existen normativas morales o religiosas que, si bien no prohíben la plataforma, pueden castigar a los usuarios.
Rusia: que bloqueó el acceso en 2023 y restringe los pagos debido a sanciones internacionales.
Aunque en la mayoría de países europeos OnlyFans sigue siendo legal, Suecia ha dado un paso sin precedentes. En julio de 2025, aprobó una ley que equipara la venta de pornografía personalizada con la prostitución, restringiendo duramente el modelo de negocio de la plataforma, especialmente sus funciones de mensajería privada.
En Andorra, el gobierno se encuentra evaluando una posible prohibición. Según las autoridades, se estudia si el contenido vendido en OnlyFans debe considerarse una forma de “prostitución digital”, lo que abriría la puerta a una regulación mucho más estricta o incluso al veto total.
Los motivos varían de país en país, pero suelen responder a factores como normas religiosas estrictas, especialmente en países musulmanes; control estatal sobre contenidos sexuales o “inmorales”; protección de menores y preocupaciones sobre la salud mental o restricciones financieras o sanciones internacionales, como en el caso de Rusia.