“Es hora de que los países hagan la transición del modo de emergencia a la gestión junto con otras enfermedades infecciosas”, aclaró Tedros Adhanom, director de la organización.
El jueves 4 de mayo el Comité de Emergencia COVID-19 se reunió por decimoquinta vez y recomendó al doctor Tedros Adhanom, director de la Organización Mundial de la Salud, que declarara el fin de la emergencia de salud pública de interés internacional, solicitud que él aceptó.
Este viernes 5 fue comunicada la decisión oficial, sobre la que Tedros indicó: “Es con gran esperanza que declaro que el COVID-19 ha terminado como una emergencia sanitaria mundial; sin embargo, eso no significa que haya dejado de ser una amenaza para la salud mundial”.
Lo anterior, haciendo referencia a que la declaratoria del fin de la emergencia sanitaria, no implica que el sector de la salud tenga que dejar de seguir luchando contra el virus y sus afectaciones. El director de la OMS resaltó sobre el panorama actual, que la semana anterior el COVID-19 cobró una vida cada tres minutos, cifras que incluyen solo datos reportados oficialmente.
“Mientras hablamos, miles de personas en todo el mundo están luchando por sus vidas en unidades de cuidados intensivos y millones más continúan viviendo con los efectos debilitantes de la condición post-COVID-19 (…). Este virus llegó para quedarse. Sigue matando y sigue cambiando. Sigue existiendo el riesgo de que surjan nuevas variantes que provoquen nuevos aumentos de casos y muertes”, explicó.
El Dr. Tedros pidió no descuidarse en la batalla frente al COVID ni enviar mensajes erróneos a las comunidades: “Lo peor que cualquier país podría hacer ahora es usar esta noticia como una razón para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que ha construido o enviar el mensaje a su gente de que el COVID-19 no es nada de lo que preocuparse. Lo que significa esta noticia es que es hora de que los países hagan la transición del modo de emergencia a la gestión del COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas“.
Finalmente, aclaró que esta no es una decisión repentina, sino que se ha considerado cuidadosamente durante algún tiempo, ha sido planificada y tomada sobre la base de un análisis cuidadoso de los datos: “No dudaré en convocar a otro Comité de Emergencia si el COVID-19 una vez más pone en peligro a nuestro mundo. Si bien este Comité de Emergencia cesará ahora su trabajo, ha enviado un mensaje claro de que los países no deben cesar el suyo. Siguiendo el consejo del Comité, he decidido utilizar una disposición del Reglamento Sanitario Internacional que nunca se ha utilizado antes, para establecer un Comité de Revisión para desarrollar recomendaciones permanentes a largo plazo para los países sobre cómo gestionar el COVID-19 de forma continua”.
