La querella en la que se adentra la víctima con el trabajador informal es aprovechada por otros sujetos, quienes se abalanzan de forma violenta al carro para hurtar lo que puedan.
Por: Iván Peña Ropaín.
Cada que el mes de diciembre, la época más bonita del año, dice “presente”, la delincuencia se dispara en Barranquilla. Uno de los sectores en los que se vivencia un álgido hurto en sus distintas modalidades es el centro histórico, donde pululan muchas personas que llegan allí para realizar sus compras.
Con relación a esa triste realidad que golpea fuertemente a la ciudadanía, en los últimos días se han escuchado testimonios de personas víctimas de los ‘rateros’, momentos en que van conduciendo por las calles de esa importante zona, principalmente, por varios tramos que dan hacia la calle 30.
Resulta que a quien fijan como “presa”, cuando se encuentra manejando su vehículo a una velocidad moderada, ya que la cantidad de personas le impide ir a un andar normal, en un “parpadear de ojos” se le atraviesa un carretillero, quien finge ser golpeado por detrás con el fin de entrarse en una airada discusión con el conductor del vehículo.
En medio del intercambio de palabras y valiéndose del entorno tupido por las personas que se trasladan a pie, saltan de la nada varios sujetos que se adentran por las ventanas del carro, si estás están abiertas, o abren las puertas del mismo para llevarse todo lo que encuentren. Luego, salen huyendo y se pierden entre la muchedumbre.
También se ha escuchado que algunas de las víctimas han sido intimidadas con arma blanca y despojadas del celular y otros elementos de valor.
Así el panorama, no solo quien marche a pie por ese importante sector comercial de la ciudad, sino los que creen que van seguros a bordo de sus automóviles, deben estar bien atentos en esta fecha decembrina para no ser “devorados” por estos “depredadores”.
