A mano armada sujetos hurtaron celulares y una bicicleta avaluada en 23 millones de pesos.
Por: Iván Peña Ropaín.
Todo un desafío, pero no por la exigencia deportiva que devengue sino por el riesgo de perder sus vidas a manos de ‘los dueños de lo ajeno’, se ha convertido para los ciclistas aficionados en Barranquilla y su área metropolitana el practicar esta disciplina por ciertos tramos de la denominada Circunvalar de la Prosperidad.
Tal como viene sucediendo en varios sectores de esa importante vía de carácter nacional, no cesa el reporte de hurtos a mano armada contra ciclistas a quienes les quitan sus celulares, el dinero en efectivo que llevan y hasta sus bicicletas, movilizándose los antisociales a bordo de motocicletas.
Muestra de la delicada situación de inseguridad que se vive por esa avenida es el atraco del que fueron objeto varios ciclistas a primera hora de la mañana (6:00) del sábado 27 de agosto, cuando hombres en moto salieron de repente de las trochas en las que se ocultaban y les apuntaron con pistolas amenazándolos con quitarles la vida si no entregaban sus pertenencias.
Una de esas víctimas fue el ciudadano Luis Saito, a quien despojaron de una costosa bicicleta deportiva avaluada en 23 millones de pesos.
En su relato a Impacto News, el joven ciclista amateur contó: “Íbamos un grupo de corredores por el kilómetro 3 de la Circunvalar de la Prosperidad, más precisamente a la altura de una población conocida como Caracolí, que no sabía que pertenecía a Malambo, cuando dos ‘manes’ en moto me salieron de una zona enmontada y después de apuntarme con un revólver, se me llevaron la bicicleta”.
El robo se dio con mayor facilidad, de acuerdo a lo manifestado por Saito, luego de quedarse solo en ese punto de la carretera, una vez se le distanció un grupo que pedaleaba delante de él y de dejar atrás a otro que iba casi a su par.
“A nosotros nos venía escoltando un amigo en una moto, quien al ver que me detuve en la zona en la que me asaltaron a esperar al grupo que venía atrás, se me acercó a preguntarme si me pasaba algo, respondiéndole que no, y no pasaron ni 15 segundos, cuando salieron de la nada los tipos en la moto, intimidándome el parrillero con la pistola”, agregó.
Intentó pedalear, pero el asaltante lo seguía amedrentando con dispararle si no detenía su marcha (Barranquilla-Sabanagrande), “por lo que en un par de oportunidades me intentaron empujar para que cayera al suelo, deteniéndome al final a orillas de la carretera, cerca de otro tramo lleno de monte”, recordó, agregando este otro ciudadano afectado por la inseguridad que hay en la Circunvalar de la Prosperidad: “Ya sin nada que hacer, por más que traté de forcejear, el del arma se enganchó al hombro mi bicicleta y a bordo de la moto atravesaron la vía y se adentraron en una especie de trocha”.
Después del robo se le vino todo un suplicio, según denunció Luis Saito. Además de no divisar uniformado de la Policía alguno en todo el trayecto que recorrieron, cuando pudo hablar con unos motorizados de la institución policiva, luego de ser conducido en la moto de quien los acompañaba hasta el peaje de Galapa y llamarlos desde ahí: “Llegaron y al explicarle por dónde huyeron los ladrones, los uniformados me indicaron que se comunicarían con una patrulla de Malambo, puesto que ese punto no era de su jurisdicción y pertenecía a Malambo”.
Al final, cuando los agentes que sí podían operar en el perímetro malambero acudieron tras el llamado de los colegas de Galapa, la demora en la reacción para recuperar la lujosa bicicleta terminó facilitándole la huida a los malosos.
A este caso, que es un ‘pan de cada día’ en varios trazados de esa carretera, principalmente, en el temido kilómetro 3, donde todos los fines de semanas se registran robos a ciclistas, se le sumó, un par de horas después del atraco que sufrió el ciudadano Luis Saito, el de Felipe Saavedra y una mujer que lo acompañaba, quienes pertenecen al Club Ciclístico Fénix.
Ambas personas fueron despojadas, también por el sector malambero de Caracolí, de celulares y bicicletas.
Empleando el mismo ‘modus operandi’, presumiéndose que se trataría de los mismos criminales en moto que tienen azotada dicha zona apunta de atracos, les salieron sorpresivamente de un lugar lleno de maleza y con pistola en mano los coaccionaron.
Igual al caso anterior y a los muchos otros que denuncian los afectados a través de las redes sociales para que a sus colegas del pedal no les pase lo mismo, ni un policía se vio por el lugar, y eso que por los alrededores hay un punto que ya es considerado como turístico: La denominada Ruta del Girasol de Galapa, donde se supone debe haber una significativa presencia policial por la afluencia de personas que llegan allí.
En fin, mientras se le busca una solución a esta problemática de inseguridad que se viene reportando desde hace tiempo en la Circunvalar de la Prosperidad, los antisociales, que parecen no tener ley, seguirán en su reinado delictivo, aguardándose por una reacción contundente por parte de las autoridades, tal como lo expresan los ciclistas: “cuando se cobre la primera vida humana en medio de uno de estos robos”.
