“Una persona vestida de blanco me alimentó, me trajo agua y luego desapareció”.
Una nueva luz de esperanza ha suscitado, tras el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió, el pasado lunes 6 de febrero, el sur de Turquía y otras poblaciones en el noroeste de Siria, dejando a más de 41.000 personas muertas y a unas 11 ciudades con graves afectaciones en su infraestructura.

El pasado jueves 16 de febrero, brigadas de auxilio lograron rescatar con vida a un niño de 12 años, identificado como Osman Halebiye, quien permaneció 260 horas atrapado entre los restos de su vivienda, ubicada en el distrito de Ekinci, provincia de Hatay, en Turquía.
12-year-old boy rescued from rubble 260 hours after quakes hit Türkiye https://t.co/91cpq5OcAE pic.twitter.com/fBcWt9hIkt
— ANADOLU AGENCY (@anadoluagency) February 16, 2023
El menor contó: “una persona vestida de blanco me alimentó, me trajo agua y luego desapareció”. Horas más tarde, los rescatistas sintieron la voz de Halebiye, por lo que empezaron a cavar un túnel que permitió sacarlo sin causarle lesión. De inmediato, fue trasladado hacia un centro asistencial, donde permanece bajo observación médica.
Los rescatistas lograron salvar a dos adultos, identificados como Mehmet Ali Sakiroglu, de 26 años, y Mustafa Avci, de 34 años, quienes quedaron debajo de las paredes de un hospital privado. El servicio de emergencia logró este rescate, una hora despues de recuperar a Osman.