Duras críticas ha recibido el goleador por parte de la hinchada.
Por: Iván Peña Ropaín.
La nueva eliminación de Junior de Barranquilla sigue calando de manera dolorosa entre la prensa barranquillera, la hinchada y las directivas del equipo, pues parece inverosímil que con tremenda nómina, la más costosa del fútbol profesional colombiano (fpc), no se haya superado la fase de grupos de la Copa Sudamericana, donde fue eliminado de manera vergonzosa por Unión de Santa Fe, uno de los pequeños del fútbol argentino, y porque ni siquiera pudo acceder a la final Liga Betplay-I.
Los responsables de este fracaso dado en el primer semestre de la temporada 2022, los jugadores, se creería que también viven su propia melancolía conjugada con la incertidumbre de su suerte en el cuadro barranquillero, esa de la que ninguno habla, pero pocos parecen insinuar.
Tal es el caso del delantero Miguel Ángel Borja, quien llegó a Junior no solo como una de las máximas figuras y contrataciones, sino también como la más costosa del fpc, luego de que los dueños de esta institución costeña adelantaran una millonaria negociación con Palmeiras de Brasil, y en dólares, para que el jugador cordobés se pusiera nuevamente la camiseta de sus amores.
En una entrevista concedida en Medellín a un medio de comunicación de la Arenosa, Borja, de los pocos que han dado la cara en medio del fracaso, antes de retornar con el plantel a la ciudad dejó una frase que fácilmente podría interpretarse como su despedida del Junior de Barranquilla.
“Es doloroso, pero nos vamos con la cabeza en alto”, le había respondido el nacido en Tierralta al periodista en medio de la conversación, palabras interpretadas por muchos como su posible salida del Tiburón, más todavía porque él ha sido uno de los más criticados en los últimos meses, principalmente, por haber errado aquel penal contra Unión de Santa Fe por Sudamericana, el cual pudo haberle dado otro rumbo a ese juego que ganaba 1-0 la visita y que terminó con un bochornoso 4-0.
Aunque en otros apartes de la entrevista se notó más centrado en sus declaraciones en torno a lo que dejó la derrota con el verde de los antioqueños en el último juego del cuadrangular A, anímicamente se le vio bastante golpeado, como con ganas de tomar un nuevo aire en otro club.
Miguel Borja jugó este primer semestre 27 partidos entre Liga, Copa y Sudamericana, anotando 16 goles, estadística nada despreciable. Sin embargo, ha sido de los jugadores más cuestionados por la cantidad de goles desperdiciados en los últimos partidos, goles en juegos determinantes en las instancias definitivas de Sudamericana y Liga.
Respecto a su situación, seguirá amaneciendo y serán las directivas del Rojiblanco o el mismo jugador, quienes definan la suerte del cordobés, quien no deja de reconocer que está en deuda con él, su familia y la hinchada juniorista en darles un título, el que no ha podido conseguir en las tres temporadas (2020, 2021 2022) que ha estado con Junior de Barranquilla.
