Los uniformados estuvieron cuatro días cautivos por una comunidad de campesinos que les reprochaba haber acabado con la vida de un civil, en medio de una operación en la que fueron neutralizados 9 disidentes de las FARC.
El pasado 28 de agosto, 33 militares que permanecían retenidos por una comunidad campesina en El Retorno, Guaviare, fueron liberados gracias a una misión humanitaria conformada por la Defensoría del Pueblo y organismos internacionales como la ONU y la OEA.
Los uniformados fueron secuestrados el 24 de agosto, luego de una operación militar en la que participaron y que se tradujo en la neutralización de nueve guerrilleros de las disidencias de las FARC al mando de alias Iván Mordisco, entre ellos alias Dumar, señalado cabecilla principal de la facción Martín Villa y cuarto cabecilla de Bloque Jacobo Arenas.
Ya en libertad, el medio nacional Noticias RCN dialogó con varios de los militares que enfrentaron esa difícil situación y contaron que fueron sometidos a “tratos inhumanos” y humillaciones por parte de sus captores, contra quienes no podían actuar en defensa por ser civiles.
“Nunca obtuvimos una atención referente a alimentos con necesidades básicas. Ellos cocinaban todos los días, tenían sus necesidades cubiertas, y en ningún momento nos brindaron un alimento. El sitio donde nos encontrábamos no tenía agua. Gracias a Dios, al tercer día llovió, y con esa lluvia pudimos solventarnos esos dos días sin agua, 48 horas”, relató uno de los soldados.
Pero más allá de lo narrado anteriormente, sostuvieron que las personas que los tenían retenidos en contra de su voluntad les ensuciaban el agua para que no tuvieran donde beber y padecieran sed.
“Muchas personas se acercaron donde esa agua estaba y de manera grosera orinaron encima. Caminaban ensuciando el agua, incluso soltaron ganado para que se revolviera con el barro y no pudiéramos recogerla”, dijo otro militar para el citado medio.

De acuerdo con las narraciones de quienes tuvieron que padecer esta situación durante cuatro días, la intención de los captores esa poner a prueba la resistencia física y psicológica de ellos, además de amedrentarlos y llenarlos de temor para que abandonaran la zona, todo esto, por supuesta influencia e instrumentalización de la guerrilla.
“A mí no más se me acercaron como 500 personas; trato de contenerlo con paciencia y con diálogo, siempre respetando sus derechos humanos. Nos gritaban ‘¡fuera, fuera, No queremos que estén en nuestra zona, queremos que salgan inmediatamente!’, pero aún así estábamos retenidos por estas personas. Me sentía acorralado, ultrajado, angustiado, incluso trataron de quitarme el chaleco multipropósito y el arma”, puntualizó el militar entrevistado por Noticias RCN.
El hecho fue reprochado y condenado por organismos defensores de derechos humanos, pues se trató de un evidente caso de la privación de la libertad sin justificación punible y en contra de la voluntad de los militares.
Informe: Luis Ángel Terán
#Atención 🚨 | Los 33 militares secuestrados en Guaviare relataron la angustiosa experiencia: amenazas con drones explosivos, noches bajo disparos y trato inhumano en cautiverio, incluso sin agua para beber. pic.twitter.com/1TwnsgERFY
— Noticias RCN (@NoticiasRCN) September 3, 2025




