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No se trata de súper nómina, se trata de construcción de nómina: el trabajo que le toca al DT Reyes

Cierto es que si tienes jugadores desequilibrantes y con aptitudes ofensivas, no se concibe ni entiende el por qué salir a defenderse ante Millonarios, equipo que tiene un proceso futbolístico incubado.

Por: Iván Peña Ropaín.

La pérdida de Junior de Barranquilla de la Superliga 2024 ante Millonarios, la noche del miérocles 24 de enero, dejó un sin sabor entre muchos hinchas junioristas por no poder dar una nueva ‘vuelta olímpica’ en el fútbol colombiano, pero más todavía por los ingredientes que esta final traía: “Era comenzando una nueva temporada y definiéndola en Bogotá, título que de haberse logrado le habría acrecentado el dolor que siente la prensa del interior del país por lo ocurrido el semestre pasado por Liga en Medellín“.

Pero si bien esas eran las sensaciones de varios adeptos al Tiburón, habían otros, expresándose molestos en redes sociales, que ciñeron la derrota a factores que tienen una gran validez, como lo fue el salir a defenderse desde el primer minuto de juego, al colocar tres volantes de contención (Víctor Cantillo, Homer Martínez y Didier Moreno), inhibiendo esto que el club barranquillero subiera sus líneas con un mayor margen de idea y explosividad.

En esa línea, hay seguidores del Rojiblanco que también cuestionan en sus opiniones, lo que igualmente tiene legitimidad, el dejar en banca desde el inicio del choque a jugadores como Carlos Bacca y Deiber Caicedo, y luego al demorar en una sustitución para darle paso a Luis ‘Cariaco’ González, cuando se ameritaba la modificación en un tramo de la segunda parte en la que Millos otorgaba mayores espacios y se notaba algo agotado, más precisamente, cuando el cotejo iba 1-0, marcador que llevaba la definición a los penales, mientras Junior se veía con un poco más de ataque.

Por otro lado, la actitud ofensiva que pedían de salida muchos hinchas la ceñían a la rica nómina y banco de suplentes con el que cuenta hoy el Tiburón. Y es que de eso se trata el fútbol, jugar sin miedo pero recurriendo al orden táctico y las variantes que esto trae consigo.

Empero, lo que resume toda esta gama de dictámenes, más allá de las razones entregadas por Arturo Reyes sobre el por qué hizo esto o esto otro durante el compromiso ante el azul cachaco, es que evidentemente tiene una rica plantilla, la cual deberá seguir trabajando en lo relacionado a su construcción, porque algo claro es que si no se edifica una coherencia y filosofía de juego, lo que da el tiempo y el trabajo, podrás tener a los mejores jugadores en cancha y ganar partidos, pero a la hora de enfrentar rivales que cuenten con una base táctica consolidada, casi siempre se terminará perdiendo o se acabará enredado en el cotejo.

Y eso fue lo que sucedió anoche en el estadio El Campín, donde Junior de Barranquilla se midió con un cuadro trabajado en el aspecto de proceso futbolístico, el cual incrementó más su productividad ante las ventajas que le dio su émulo costeño como: Salir a defender el 1-0 desde el arranque; el dejar jugadores como Bacca y Caicedo en la banca, cuando ambos hacen parte del cuadro que viene siendo del once titular; los errores a la hora de salir jugando de atrás y la poca ofensividad que produjo y que le dio más chances a Las Gallinas Azules para achicar el terreno de juego a su favor.

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