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“No quería soltar su carretilla, es su único medio de trabajo”: reciclador rescatado del arroyo El Salao, en Soledad

Ricardo Silvera Rocha, de 34 años, no pudo alertarse ante la peligrosa afluente urbana por su condición de sordo, siendo arrastrado desde Villa Las Moras hasta Villa Muvdi, donde varias personas se “vistieron de rescatistas” y le salvaron la vida.

Por: Iván Peña Ropaín.

Muy a pesar de que perdió su único medio con el que puede llevar el sustento diario a su humilde vivienda: su carretilla, quedando ahora en ascuas por cómo hará para llevar la “papita” a casa, la familia del reciclador Ricardo Andrés Silvera Rocha le resta importancia a ello y más bien agradece infinitamente a Dios y a las personas que socorrieron a su ser querido cuando era arrastrado por el arroyo El Salao, en Soledad.

Por los aguaceros que cayeron la tarde del viernes anterior, varias de estas afluentes volvieron a emerger en diversos sectores de Barranquilla y su Área Metropolitana, siendo una de esas la peligrosa corriente de agua urbana conocida como El Salao, la cual por poco y cobra la vida de este hombre de 34 años.

En las imágenes de un video grabado con teléfono celular y que circulan en redes sociales, se aprecia a este carretillero siendo arrastrado por la fuerza de la corriente y viéndosele aferrado a su instrumento de labores, mientras varias personas a los costados del arroyo le gritaban que soltara la carretilla, la cual tenía en su interior un saco blanco repleto con todo el material reciclado durante el que será para él un imborrable viernes 23 de agosto del 2024.

“Nuestra familia le agradece mucho, primero que todo, a Dios, y luego, a las personas que ayudaron a mi hermano a salir del arroyo. Sabemos que lo material se recupera, aunque sabemos que por nuestras condiciones económicas a mi hermano le costará buscar otra carretilla para seguir luchando por su familia, pero lo importante es que sigue con vida”, expresó Jessica, su hermana.

Por más que muchas personas asustadas y desesperadas le gritaban y le gesticulaban, Ricardo no los escuchaba ni atendía no tanto por su condición auditiva de sordo, sino porque veía con impotencia y desesperanza cómo su carretilla, objetos personales y lo que había recolectado y que le daría los “pesitos” del día, se los arrebataba El Salao.

Fue arrastrado por el curso de las aguas desde Villas Las Moras hasta el tramo de Villa Muvdi, en donde este recolector, que ya había renunciado a lo material, pudo hacerse hacia la orilla y logró ser rescatado por varias personas, quienes esperaron que quien de cierto modo “recolectó un nuevo renacer”, saliera del nerviosismo que perturbaba su sistema nervioso.

Luego, al darse cuenta de que era sordo, buscaron la manera para comunicarse con él hasta que les manifestara dónde residía, expresándoles Ricardo, tras un largo período: “en el barrio Evaristo Sourdis”, hasta donde fue conducido por varios de los que fueron sus rescatistas.

Su hermana Jessica comentó que solo sufrió golpes y magulladuras en distintas partes de su cuerpo, ninguna de complejidad, solo siendo la que más le produce dolor cuando trae a su mente el no saber cómo va hacer de ahora en adelante para volver a hacerse a una nueva carretilla, y que sea de su propiedad, con el fin de salir a trabajar y seguir llevando el sustento a su hogar.

Informe Alexander Ojito el ojo de la calle

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