David Racero dejó entrever sospechas de que altos funcionarios estarían presionando a congresistas para que no apoyen proyectos del Gobierno.
El presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, sostuvo que al interior de esa corporación se estaría rumorando la existencia de presiones a congresistas, por parte de la Procuraduría y el Fiscal general para que se aparten de apoyar las iniciativas del Gobierno.
Lo anterior, según declaró Racero a medios de comunicación, lo harían los jefes de los organismos preocupados por el curso de proyectos como el de sometimiento a la justicia, y valiéndose de procesos e investigaciones en que estarían involucrados los parlamentarios.
Acorde con las declaraciones de Racero luego de que se radicara en el Congreso el proyecto de sometimiento a la justicia y humanización de la política carcelaria, tanto el fiscal general Francisco Barbosa como la procuradora Margarita Cabello, comenzaron, cada uno por su lado, a convocar reuniones con partidos para manifestarles inquietudes respecto a ambos proyectos.
“Es muy preocupante que el fiscal y la procuradora estarían extralimitándose en sus funciones”, indicó Racero al considerar que las reuniones convocadas por los funcionarios podrían convertirse en espacios de presión para los congresistas.
“Si ya pasan de su papel judicial, de control, harían proselitismo político, presionando a partidos políticos para que sean de independencia, o peor aún, como se rumora aquí en el Congreso, que podrían estar presionando hasta a congresistas, apelando a los procesos de investigación que tienen ellos“, expresó el representante a la Cámara por el Pacto Histórico.
