La final abrirá este domingo en Quilla a las 4:00 p.m., cerrándose el miércoles 13 de diciembre en Medellín, a las 8:00 p.m.
Por: Iván Peña Ropaín.
En lo que fue el mejor partido de la temporada 2023, en el que la entrega total en cancha y el hambre de gloria brillaron en su máximo esplendor la noche del 6 de diciembre en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, Junior de Barranquilla consiguió su paso a la final número 20 en su historia en la Primera División del fútbol profesional colombiano, ganando nueve y cayendo en el resto.
El doblete de Carlos Bacca y los golazos de Gabriel Fuentes y Deiber Caicedo, que dejaron 4-2 el score final ante el Deportes Tolima en el compromiso por la fecha 6 en su Grupo A de las semifinales de Liga Betplay-II, rompieron la sequía de casi cuatro años de no disputar una estrella en la máxima categoría del balompié patrio.
No hay triunfalismos por parte de la afición del equipo de los barranquilleros y aquellos costeños que le dan al Rojiblanco, ni mucho menos por los lares del plantel costeño, pero sí una férrea y enorme ilusión por ver bordar en el escudo la estrella décima, lo que es más hermoso estando en plena época navideña.
El DT del Tiburón, Arturo Reyes, confía en que sus muchachos, tal como lo hicieron anoche en el Metro ante un difícil rival como lo fue el Pijao, en esta finalísima de la Liga-II también se entregarán en cuerpo y alma, más porque saben que la afición viene sufriendo desde hace casi cuatro años como causal de no celebrar un trofeo de campeón.
Y es que la última alegría, aunque no fue por Liga, se dio a comienzos de 2020, cuando el Consentido de Curramba se adjudicó el título de la ‘Superliga’ de eso año en el Pascual Guerrero de Cali ante el América. Hubo un ‘chispazo’ de vivir un momento de gloria similar para finales de 2022 con la Copa Colombia, pero se terminó perdiendo con Millonarios de Bogotá.
No han sido más que duros años de sequía, los que también enojaron a la hinchada juniorista con jugadores que pasaron y algunos que aún persisten en el equipo, además de la bronca suscitada con las directivas, pero se está ahora ad portas de sellar nuevamente los lazos de empatía y relación amorosa, aunque hay que decir que estos jamás se rompieron, solo se aflojaron un poco, ya que pese a las malas campañas realizadas por el club ‘currambero’ en estos últimos años el hincha no dejó de alentar nunca, denotándose ello en el lleno total vivido en el Metro la noche del miércoles 6 de diciembre.
Con la consecución cerca de una nueva estrella para Junior en la máxima categoría del fútbol colombiano, siendo la última la novena, enarbolada en el Torneo Apertura 2019 frente al Deportivo Pasto en el estadio El Campín de Bogotá, en la Arenosa y toda la Región Caribe flota un pletórico ambiente acompañado de fe e ilusión, el que ahora no vengan a confundir los del interior del país con una actitud fatua, llena de soberbia o triunfalista por parte de los junioristas, porque es una vil mentira.
Que no incurran esos, quienes evidentemente estarán en la final con Indepedninete Medellín, lo que es natural atendiendo al tema regional, en ese vetusto estigma a la hora de medir el folclore del futbolero costeño, el que califican de triunfalista y sobrador.
