La votación, respaldada por 44 asambleístas, reafirmó el liderazgo de Tapia en medio de una polémica con el Gobierno argentino.
Por: Juliana Benavides.
Claudio “Chiqui” Tapia fue reelegido como presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por un nuevo mandato que abarcará desde marzo de 2025 hasta 2028. Con 44 votos a favor y ninguna oposición, la Asamblea de Representantes respaldó su gestión en una votación que estuvo marcada por la ausencia de Estudiantes y Talleres, y por las tensiones generadas por la intervención de la Inspección General de Justicia (IGJ), que había calificado la convocatoria de “irregular”.
Tapia, quien asumió por primera vez en 2017, destacó en su discurso los logros alcanzados durante su gestión, como la consagración de Argentina como campeona del mundo en Qatar 2022 y la obtención de dos títulos de la Copa América. “Hemos refundado el fútbol argentino”, aseguró el presidente, enfatizando que los jugadores campeones son producto de los clubes locales y no del fútbol europeo. Tapia también subrayó el compromiso de su equipo con el crecimiento del fútbol en todas sus categorías, destacando la reciente designación de Argentina como sede de la final de la Copa Libertadores.
Sin embargo, la Asamblea no estuvo exenta de controversias. Rodrigo Escribano, representante de Talleres, cuestionó la legalidad de algunos puntos del orden del día, lo que generó tensiones entre los asambleístas. Pese a esto, la reelección de Tapia se celebró con cánticos de apoyo por parte de los presentes.
En otro punto clave de la reunión, se decidió anular los descensos en la Liga Profesional para 2025 como parte de una reestructuración que llevará a la creación de la “Liga de los Campeones del Mundo”, un torneo que incluirá a 30 equipos y se definirá mediante un formato de playoffs. Este cambio busca seguir potenciando los éxitos del fútbol argentino en el escenario internacional.
El nuevo Comité Ejecutivo de la AFA, que acompañará a Tapia en este ciclo, cuenta con figuras destacadas como Juan Román Riquelme, quien asume como uno de los vicepresidentes, junto con otros directivos de clubes de renombre. La directiva se enfrenta al desafío de continuar con la evolución estructural del fútbol argentino, con el objetivo de mantener los éxitos recientes y fortalecer la competitividad en todas sus categorías.