“La necropsia indicó que recibió golpe contundente que le causó trauma en el abdomen”.
Familiares de Esneider Antonio Anillo Moreno, de 19 años dicen estar viviendo una pesadilla tras desconocer detalles de la muerte de este joven que se encontraba prestando el servicio militar, desde hace un año y medio, en un batallón ubicado en San Jose del Guaviare.
Deivis Castillo, cuñado de Esneider indicó que el Ejército Nacional les informó que la causa del deceso habría sido por un suicidio, pero la necropsia entregada por Medicina Legal muestra que la muerte fue “ocasionada por un golpe contundente que le causó un trauma de abdomen cerrado, generándole daños en el vaso y parte de los riñones”.
“En un principio pensamos que nos querían ocultar la verdad porque no podíamos creer que no hubiese nadie que dijera que fue lo que sucedió. El día sábado, cuando se hizo el sepelio, vino un coronel y nos dijo que lo habían encontrado sin signos vitales en el baño y junto a él un frasco de goma. Había muchas cosas que no le encontrábamos coherencia”, indicó el joven.
En su relato, Castillo contó que un mes después de la muerte, un compañero llegó hasta su vivienda para hacerle entrega de los documentos de Esneider y le expresó que los golpes recibidos habían sido por el traslado del cuerpo en un helicóptero. Esta reseña causó más inquietud en los familiares de Anillo Moreno, pues les habían dicho que el cuerpo fue movilizado vía terrestre.
“Nosotros confirmamos nuestra sospechas, hace seis días, cuando llegaron los resultados de la necropsia confírmanos que eso no fue un suicidio, a él lo mataron. Ese documento lo obtuvimos porque se tuvo que enviar un derecho de petición a un fiscal en Guaviare”, sostuvo el cuñado de la víctima.
“Esneider tenía muchos sueños por delante”
Mayerli Anillo, hermana del soldado barranquillero también pone en duda que su hermano haya tomado la decisión de acabar con su vida, pues en cada comunicación le manifestaba a su madre que tenía muchos anhelos de trabajar cuando culminara su periodo en la institución.
“Él tenía muchos sueños por delante, le decía a mi mamá que quería comprarle una casita y sus cosas, pero se los acabaron dentro del Ejército. Mi hermano se veía contento. Por eso los pedimos al presidente que nos ayude a dar con el paradero de los culpables o del culpable del crimen de Esneider”, dijo Anillo.
Un reencuentro que nunca se dio
Karen Moreno Meza, madre de Esneider Antonio había conversado con su hijo, quien un día antes de su muerte le manifestó que el 20 de julio llegaría a la ciudad de Barranquilla para compartir con su familia y algunos amigos, pero este reencuentro se vio truncado por una llamada, donde le informaban que el soldado había fallecido en extrañas circunstancias.
“Me llamó un compañero de él, me contó rápidamente lo que estaba pasando y después apagó el celular y de ahí no supe más nada de lo que pasó. Mi hijo se comunicó conmigo el lunes festivo, me dijo que me llamaba más tarde y que me amaba mucho”, sostuvo la madre del occiso.
Informe: Alexander Ojito – EL Ojo de la Calle y Xilena Robles
