El que el aforo del Édgar Rentería se copara rápidamente en la previa del segundo duelo de la final, obligó a que las puertas del escenario se cerraran aún percibiéndose largas filas.
Por: Iván Peña Ropaín.
No cesa la molestia e indignación en redes sociales por parte de varios seguidores de Caimanes de Barranquilla que fueron a apoyar en el estadio Édgar Rentería, la noche del miércoles 3 de enero, a su equipo en el segundo juego de la final de la Liga Profesional de Béisbol Colombiano ante Vaqueros de Montería; este último terminó ganando 9-3.
Al interior del mejor estadio de juego de pelota que hay en el país se vivía todo un carnaval, pero en las afueras del mismo había un tumulto de fanáticos protestando contra los miembros del staff porque no se les permitía el paso al escenario.
Tal situación se produjo, momentos en que fueron cerradas las puertas de acceso al diamante del barrio Montecristo, en el Norte-Centro Histórico de Barranquilla. Ello, como causal de que había cumplido con el aforo de espectadores, que corresponde a los cerca de 12.000, por lo que se puso en marcha uno de los protocolos de seguridad para estos casos, que es vedar el paso de más personas.
Ante lo que se vivía en el exterior del Édgar Rentería, tanto la Liga Profesional de Béisbol Colombiano como la organización Caimanes, emitieron una información en sus redes explicando la situación que tenía a varios fanáticos molestos, más porque se quedaron con boleta en mano y sin ver el partido.
A parte de que cada que el réptil ‘currambero’ está en la final se llena ese estadio ‘peloteril’ de los barranquilleros, tal aforo se habría cumplido de forma rápida por las entradas gratis que se otorgaron para las mujeres.
Hasta el momento, ni la Liga ni Caimanes se han pronunciado respecto a cómo subsanar a aquellos que compraron su boleta y no pudieron ver el juego.
— Liga Profesional de Béisbol Colombiano (@LPB_COL) January 4, 2024
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