Este 2024, de acuerdo había dicho en una entrevista meses atrás, sería el año en el que jugaría sus últimos partidos para luego “colgar los guayos”.
Por: Iván Peña Ropaín.
Mucho se empezó a elucubrar, hablar y vaticinar con el destino del jugador Teófilo Gutiérrez, apuntándose a que sería refuerzo de este o aquel equipo, que continuaría en Colombia o hasta que emigraría a otro país del continente, pero lo cierto es que el talentoso jugador barranquillero es la hora y sigue sin fichar con algún club para le temporada 2024 que arranca.
Más bien, antes que vérsele con la que sería su nueva vestimenta y entrenando con la que sería su nueva institución, a ‘Don Teo’ se le observa en sus redes sociales publicando videos de las prácticas personalizadas que realiza en playas del Atlántico o en la zona de gimnasio de su casa.
Realiza trabajos de cardio, de trato de pelota y físicos, buscando seguir a tono por si le sale alguna nueva oportunidad en el que sería su último año de carrera futbolística, tal como lo aseguró en una entrevista meses atrás.
Se dijo, primeramente, una vez rompió vínculos con el Deportivo Cali (último equipo), el semestre anterior, que los caminos lo conducirían “al equipo de sus amores”, Junior de Barranquilla, pero mientras nada de ello se cristalizaba y se veía más para el “no” que para el “si”, se empezó a sostener que Independiente Santa Fe sería su destino, pero tampoco.
En el ámbito del balompié colombiano lo colocaron también en una escuadra que cambió de sede, que antes estaba en Barrancabermeja (Santander) y aterrizó ahora en Valledupar, Alianza. No obstante, fue puro comadreo periodístico.
Luego, al jugador de 38 años lo lanzaron para el fútbol uruguayo, en el que, inicialmente, se dijo que el conjunto de Danubio había mostrado interés por el barranquillero, cayéndose eso al final. Seguidamente, se sostuvo que a dicha escuadra “charrúa” le apareció una mayor competencia, un grande de ese país: Nacional de Montevideo, y nada se dio.
Pues bien, Teo no está ni aquí ni allá, sigue fungiendo como “agente libre” y en su casa entrenando por cuenta propia, eso sí, confiando en Dios y a esperas del llamado de algún club para empezar a encaminar el que sería su retiro de esta profesión que lo llevó a ser el ‘Mejor futbolista de América’ en 2014.