Didier Moreno e Iván Scarpeta fueron el vil reflejo de lo que es el Tiburón esta temporada, en la que los errores infantiles tienen al equipo de penúltimo.
Por: Iván Peña Ropaín.
Junior de Barranquilla, la noche del jueves 23 de marzo, en el estadio Pascual Guerrero de Cali volvió a perder, a jugar a nada, a encolerizar mucho más a su triste y maltratada hinchada y a continuar plantado en la penúltima casilla (19) de la Liga Betplay-I. Cayó 2-0 en su juego aplazado por la fecha 7 ante América de Cali, que con este triunfo se posicionó en el primer lugar de la tabla con 19 puntos, mientras que su rival de turno nada que pasa de las 7 unidades, de 29 que se han disputado hasta ahora.
Un partido de toma y dame y lleno de emociones, con un Tiburón con más llegadas incisivas que el dueño de casa, se empezó a vivir en el prólogo en el escenario del rojo de los caleños, y sin mermar la dinámica impuesta por ambos clubes hasta los primeros 30 minutos.
Finito se le empezó a ver a Junior en recuperación de pelota, confección de juego, atenciones defensivas y generación ofensiva durante esa primera parte, lo que dejaba buenas sensaciones, pero luego volvió a hacer la de Junior y terminó yéndose a pique. Aunque hay que decir que, además de esos puntos buenos en ese primer período, el equipo desbordó ataque por las bandas con Freddy Hinestroza y Vladimir Hernández, se notó un Luis ‘Cariaco’ González con buena visión y hasta un meta Sebastián Viera colocándose la capa de héroe, pero también salió a relucir la típica ausencia del hombre que la metiera en el pórtico del adversario.

El atacante de área que paró como titular Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, Brayan León, jugaba muy atrasado, lo que incidió en esa falta de solvencia a la hora de definir, a parte de que cada que cogía la bola parecía como si no tuviese fundamentación en sus piernas, como ese niño que apenas está aprendiendo a jugar este deporte.
Pasados esos 30 minutos de ida y vuelta y que también entregó opciones para Los Diablos Rojos, la esférica comenzó a jugarse más, antes de llegar a los 45 reglamentarios y a los +4 de reposición, en terreno del equipo de los barranquilleros, con un América buscando por arriba y con una que otra escaramuza para el visitante.
Seguidamente, el equipo dirigido por ‘Bolillo’, que mostraba una resistencia física la cual empezó a insuflarle con el trabajo a doble jornada que implantó desde su llegada, volvió a balancear la cancha y retomó la posesión de la ‘pecosa’, pero, nuevamente, sin la bendita profundidad.

En la conclusión del cronómetro, el Escarlata tuvo las más claras a través de Carlos Darwin Quintero, figura de la noche, con remate de media distancia pasando cerca del horizontal del arco juniorista, y del argentino Facundo Suárez, con un cabezazo que logró sacar Viera en la línea, acción de juego que sentenció la primera parte.
Moreno y Scarpeta se ‘tiraron’ el partido
Comenzó la segunda etapa con mayor intención de embestida y de gol por parte del América de Cali, mientras que Junior de Barranquilla arrancó enrevesado, al no tener ideas para salir jugando desde su campo con balón dominado, lo que le permitió al local una chance de romper el celofán al 52′ tras un potente remate del atlanticense Andrés Sarmiento, bien atajado por Viera, quien volvió a salvar a los barranquilleros.
Ese permitir que se le montara el rojo de los caleños y le jugara en sus 16 con 50 llevó a que Didier Moreno cometiera una imprudencia dentro del área grande, al atravesarle la pierna a Quintero. Se analizó la acción en el VAR y se decretó pena máxima, pateándolo al 59′ Adrián Ramos, tapándolo Viera pero dando rebote y ‘cazándolo’ finalmente el delantero americano, que solo tuvo que empujarla. Desde ahí se hundió más el Junior, que si bien no ganaba, al menos se estaba quedando con el empate ante un duro contrincante.

A Junior, que inició el segundo tiempo como cuando lo dirigía Arturo Reyes, le costó encontrarse con la actitud y el juego exhibido en el período inicial, el cual no era maravilloso, pero sí más emotivo y esperanzador en comparación a los anteriores.
Pasaron los minutos y el Rojiblanco se pudo sacudir un poco de la superioridad del Rojo, no tanto por mejor en la actitud, sino porque salieron Quintero (lesionado) y Ramos, perdiendo los locales volumen arriba. No obstante, el equipo de ‘Bolillo’ no veía por dónde entrarle cuando se apoderó momentáneamente del juego.
Faltando 10′ para finalizar este compromiso postergado por la fecha 7 de Liga-I, ingresaron tres variantes: Carlos Bacca (por León), Homer Martínez (Didier Moreno) y Carlos Sierra (Léider Berdugo), variantes que no sirvieron para nada, que no pesaron para nada.

Y este partido concluyó con una horrorosa jugada de uno de los refuerzos que trajo el Tiburón para esta temporada y quien es uno de los de más bajo nivel: el central cartagenero Iván Scarpeta, que al 86′ cortó cualquiera ilusión de empate en alguna jugada fortuita que le hubiese salido a su equipo. Scarpeta, como si estuviera en la categoría infantil, intentó rechazar la bola con su pierna levantada, luego de que la sorteara en su propia área Andrey Estupiñán (otro de los malos refuerzos), quien tampoco supo despejar, dejándosela servida a Facundo Suárez para que la metiera con su cabeza; Sebastián Viera, quien venía saliendo, no pudo contenerla en su retroceso.
De esta manera, Junior de Barranquilla vuelve y no suma de a tres y queda sembrado en la posición 19 de la tabla. Ahora, deberá olvidar esta horrible noche y adentrarse a pensar en el clásico costeño que tiene frente al Unión Magdalena por la fecha 10 en Santa Marta, el domingo 26 de marzo, a las 3:15 p. m.