Las diligencias van hasta el 31 de octubre, día en que habría una decisión que podría significarle cárcel.
Por: Iván Peña Ropaín.
El futbolista brasileño Neymar Jr. declaró el martes 18 de octubre ante la justicia española que él era el encargado de firmar los documentos que su padre le daba, en medio de la primera audiencia a la que asistió en el proceso que se le abrió por las supuestas irregularidades en el polémico fichaje que lo llevó del Santos de Brasil al Barcelona de España en 2013.
“Yo firmo lo que él me dice”, dijo Neymar, quien acudió a la diligencia fiscal de traje oscuro, corbata y camisa blanca, en un breve testimonio ante las preguntas que le hacían miembros de la Fiscalía de ese país.

Cuando fue consultado sobre si intervino en los contactos con el conjunto culé para su traspaso, el ahora atacante del Paris Saint-Germain, de 30 años, aseguró no acordarse y sobre las negociaciones de contratos afirmó: “Eso todo siempre lo cuidó y siempre lo ha cuidado mi padre, que siempre ha sido responsable de esto”.
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Ahora, tras este primer encuentro con la justicia ibérica, el 10 de la Selección Brasil no tendrá necesidad de volver a estar presencialmente en el juicio, podrá atestiguar nuevamente antes de que el proceso finalice, el 31 de octubre, por videoconferencia.
El futbolista es acusado de un delito de corrupción en los negocios, por lo que la Fiscalía pide para él dos años de cárcel y diez millones de euros (9,7 millones de dólares) de multa, que de hacerse efectiva la medida, le impediría ir al Mundial de Catar.

Sus padres, los expresidentes del Barcelona, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, y el exdirigente del Santos, Odilio Rodrigues Filho, también son procesados, al igual que tres entidades jurídicas: el conjunto blaugrana, el Santos FC y la empresa fundada por los padres del jugador para gestionar su carrera.
A todos los señala DIS, el fondo que poseía parte de sus derechos económicos cuando era una joven promesa, por haberle ocultado, supuestamente, el monto real de su traspaso al Barsa en 2013. Pese a que el club cifró inicialmente el fichaje de Neymar en 57,1 millones de euros (40 millones para su familia y 17,1 para el Santos), la justicia española estimó que alcanzó al menos los 83 millones.
Para dicho fondo el Barcelona, Neymar y más tarde el Santos se aliaron para ocultar el monto real de la operación económica a través de otros contratos de los que ellos quedaron fuera. La compañía, que adquirió en 2009 el 40% de los derechos económicos del actual futbolista del club parisino, recibió 6,8 millones de euros de los 17,1 ingresados oficialmente al club brasileño.
Viéndose doblemente perjudicada, ya que no percibió su parte del traspaso real como por el contrato de exclusividad suscrito por Neymar y el Barsa (que impidió a otros clubes pujar por el delantero), DIS solicitó ahora que se le restituyan los 35 millones de euros que estima haber perdido.