Junto a la mujer también perdieron la vida un cundinamarqués y dos mexicanos. Dos menores resultaron heridas.
Cuatro adultos muertos y dos menores de edad heridas dejó el ataque perpetrado contra una camioneta en la madrugada del pasado domingo 23 de abril por hombres armados en una carretera de Zacatecas, México.

Las cuatro víctimas mortales fueron Neylis Gómez Cantillo, natural de La Guajira, otro colombiano, de Cundinamarca, y dos mexicanos. De la mujer se conoce que tenía 52 años de edad, era administradora de empresas y especialista en Gerencia en Servicios en Salud, tenía una hija de 18 años y otra de 16, residentes de La Guajira, era hija de Raul Gómez Castrillón, conocido en la década de los 70 como el Gavilán Mayor y hermana del actual director de Cultura, Juventud y Género de La Guajira, Elis Jacobo Gómez.

La profesional había viajado el pasado martes desde Riohacha hasta Bogotá y de allí a México para llegar a EE. UU. y cumplir el “sueño americano”. En la zona donde fue asesinada, es común que grupos criminales intercepten a quienes transitan por allí con fines de robo o secuestro.
“En ese momento murieron cuatro personas, incluyendo a mi hermana, un colombiano del departamento de Cundinamarca y dos mexicanos. Lamentamos mucho su muerte debido a la falta de oportunidades que lleva a los colombianos a viajar arriesgando sus vidas hacia otros países”, indicó Gómez en entrevista con Blu Radio.

Fueron dos menores colombianas de 4 y 10 años que resultaron heridas quienes recorrieron varios kilómetros para dar aviso a la Policía Federal sobre lo que había sucedido
El hombre reveló que cuando su hermana llegó a México, las autoridades la detuvieron y le solicitaron que no continuara con sus planes para llegar a Estados Unidos: “Ella fue detenida por las autoridades mexicanas al llegar, quienes le solicitaron que no continuara de esta manera, persiguiendo el sueño americano. Aún así, se aventuró en este viaje, donde desafortunadamente ocurrió esta tragedia”.
Ahora, además del dolor por su muerte, sus familiares aseguran que deben pagar alrededor de $21 millones para repatriar el cuerpo, por esto, piden colaboración a las autoridades colombianas, con el fin de poder traer el cadáver y darle cristiana sepultura a su ser querido.