Familiares, amigos y compañeros de trabajo de la abogada creen que algo más ocurrió en el apartamento de Villa Campestre. Andrés Uribe, pareja de Bibiana, está siendo investigado.
Por William Ahumada Maury
Ya en la primera ronda de tintos, después de un análisis visual detallado del cuerpo de Bibiana -en la morgue de la Clínica Portoazul – los detectives comenzaron a tejer dudas sobre si estaban frente a un caso de suicidio.
Los cuatro delegados de la Policía Judicial se referían a que la mujer, de 45 años, había ingresado por urgencias con un balazo entre los dos senos, en un aparente caso de suicidio, como lo aseguró el hombre que la llevó. Ellos extenderán las investigaciones convencidos de que algo más sucedió.
-Dice el marido que ella acabó con su vida disparándose en mitad del tórax, aseguró uno de los asistentes del equipo médico después de intentar reanimar sin éxito a Bibiana Roa Arteta sobre una camilla de urgencias.
-No es muy usual que alguien por estas latitudes se suicide en estas circunstancias. ¡A esta película le falta un pedazo!- dijo uno de ellos en tono muy serio.
Inmediatamente, uno de los delegados del Cuerpo Técnico de la Fiscalía, arrojó a la caneca el vaso desechable que conservaba el calor del café y salió a urgencias de la clínica a entrevistarse con el hombre que había trasladado malherida a Bibiana. Leyó el registro de ingresos y supo que el hombre que llevó a la moribunda abogada a urgencias era su pareja sentimental, Andrés Alexander Uribe Jurado.
-El señor salió, dijo que iba a buscar ropa para la señora y se marchó en su carro- expresó uno de los vigilantes de la inmensa mole de vidrios azules.
El investigador había sido enterado que el hombre que llevó a Bibiana Roa Arteta a la Clínica Portoazul, dijo al recostar el cuerpo sobre la camilla: “estábamos discutiendo y ella –furiosa- subió al segundo piso, se encerró en nuestra habitación, tomó un arma de mi propiedad y se disparó”.
Allí, a pocos metros de ese grupo de audaces investigadores, los restos de la abogada se perdían dentro de una bolsa para cadáveres que se cerró sobre su hermoso rostro. Los detectives, habían protegido sus manos con bolsas ajustadas con cinta por las muñecas.
Bibiana, fue siempre una mujer frágil, de hermosa piel trigueña, nariz perfecta, delgada, dinámica y amiguera. Tenía una reputación de buena gente entre sus amigas. Fue durante varios años miembro del equipo jurídico de Salud Total. Tenía un ángel que la hacía una persona agradable.
Tres de los hombres de la Policía Judicial se trasladaron entonces a la transversal 3B número 23-200, de Villa Campestre, de donde salió mal herida Bibiana y encontraron que Andrés Uribe Jurado acababa de salir del apartamento.
Los delegados de Policía Judicial quedaron con la sensación de que la escena pudo haber sido alterada. Encontraron el arma que ocasionó la muerte a la mujer y algunos documentos que ahora forman parte de la investigación.
-Una menor de unos ocho años estaba sola en el apartamento y dijo –en medio de una conmovedora inocencia- “mi papá la mató” – reveló un vigilante.
Un vecino reveló a los investigadores que Andrés Uribe había estado bebiendo aguardiente: -Llegó el lunes por la noche y se armó la discusión con ella. Él nos contó que sacó una botella y se quedó bebiendo en la sala que está ubicada en el primer piso. Ella subió y se encerró en la habitación, donde se habría disparado- precisó.
El aparato de radio de uno de los oficiales vibró con un sonido computarizado y el investigador respondió: -Nuestro hombre tiene antecedentes en Medellín por violencia intrafamiliar. Esperemos a ver, tenemos que conversar con él – comentó.
¿Suicidio o crimen?
Cuando los familiares de la abogada se enteraron de los hechos, llegaron alarmados al apartamento de Villa Campestre y dejaron ver a la Policía Judicial algo: ninguno de ellos confiaba en Andrés Uribe Jurado.
-Ella estaba casada con un ingeniero que la trataba como a una reina.
Tenían propiedades en Villa Campestre, en Playa Mendoza, carros, gente que los atendía. El tipo (Andrés Uribe) era el conductor del ingeniero. Ese hombre le dañó la cabeza y la hizo divorciarse de su esposo. Ella quedó con los tres hijos- dijo Pablo Arteta Manrique –tío de Bibiana- a los detectives.
Según esa información, Bibiana se separó de su esposo en noviembre del año pasado, la abogada se quedó con el apartamento de Villa Campestre, adonde se mudó en enero. Andrés Uribe Jurado llegaba y se quedaba por temporadas.
Otra información asegura que la relación de Bibiana con Andrés Uribe era un tormento. El hombre, nacido en Medellín, la maltrataba con frecuencia, la celaba. Le prohibió frecuentar a sus amigos de la oficina y le ponía límites hasta para hablar con su familia.
–En carnavales ella se le voló aterrorizada y se fue a casa de una amiga, huyendo de su acoso. Pero el tipo la convenció y la hizo volver al apartamento- agregó una tía de la víctima.
Un informe de Medicina Legal establece que la bala entró justo en la mitad de los senos y desarrolló una trayectoria descendente que destrozó el corazón, parte de un pulmón, intestinos y salió por la parte izquierda inferior de la espalda. La boca del cañón del revolver dejó una quemadura sobre la piel de Bibiana. El proyectil no ha sido localizado en la escena de los hechos.
Funcionarios investigadores de Medicina Legal, solicitarán al Fiscal investigador, Adolfo Niebles, se realice una autopsia sicológica para conocer el perfil emotivo de la abogada.
-Deseamos confirmar si ella tenía motivos personales para quitarse la vida. Era exitosa, hermosa, tenía amigos por montones. Vamos a tener dentro de poco los resultados de los análisis científicos y ahí sabremos exactamente si se suicidó, o si fue asesinada- dijo un funcionario de Medicina Legal.
-Al analizar la trayectoria de la bala se puede discernir, que el disparo fue hecho de arriba hacia abajo. Esto da una idea que hace muy poco factible el suicidio- insistió el investigador de Policía Judicial.
Con los resultados de Medicina Legal el Fiscal investigador podrá ordenar algunas decisiones de fondo. La familia de la abogada exige que se investigue hasta las últimas consecuencias este doloroso suceso.