Un grupo de vigías mantiene vivo el legado de Alfredo de la Espriella.
El 7 de abril de 1983, el historiador barranquillero Alfredo de la Espriella, con el apoyo de las hermanas Freud, le dieron vida a un sitio donde perdura la historia de Barranquilla. Después de 39 años, sigue resistiendo, en medio del olvido y de los recuerdos que encierra el icónico lugar.

Este 7 de abril, el Museo abrió sus puertas con una agenda cultural, aprovechando la celebración de los 209 años de Barranquilla, con una exposición denominada Origen crecimiento y progreso de una ciudad anclada entre río y mar, evento desarrollado a las 3:00 de la tarde.

Hacia las 7:00 de la noche, se llevó a cabo un concierto conmemorativo para celebrar su fundación, con la presencia de la orquesta de la Cámara de Barranquilla, el primer movimiento de la Serenada para cuerdas Mi menor de Edward Elgar y el segundo movimiento del concierto para dos cellos en Sol menor de Antonio Vivaldi.
“El museo vive”
Como un homenaje al legado de este importante espacio cultural, un grupo de vigías mantiene y lucha para que los estragos del tiempo no se terminen de llevar lo poco que queda del museo, por eso desde el pasado mes de febrero, decidieron crear un plan para seguir trabajando por su conservación.

Es así que decidieron en la mañana de este jueves entregarle a la ciudad un mural donde está plasmada la historia que alberga este importante sitio de Barranquilla, y así rendirle un reconocimiento, no solo a Barranquilla, sino al historiador barranquillero Alfredo de la Espriella, por haber estado “al pie del cañón” con la memoria de la ciudad.
“El mural ‘Hechos en Barranquilla‘ tiene como propósito celebrar los 39 años del museo. Hoy no contamos con las columnas de Alfredo y ya no es quien nos recibe en el museo, pero mantenemos vivo con esta obra el legado que nos ha dejado”, manifestó la vigía y arquitecta Madeley Castaño.
Campaña de donativos
Desde el 2021, este grupo de personas ha venido adelantando jornadas de limpiezas para recuperar el Museo, buscando el apoyo del pueblo barranquillero a través de colectas digitales para comprar implementos de aseo y elementos de bioseguridad, y así para poder mantenerlo en pie.
También, tienen a disposición la venta de adhesivos alusivos al museo con un valor de $1.000 para alcanzar una meta de $200 mil fondos que servirán para adquirir pintura y restablecer los rincones de la casa.
Los interesados pueden acercarse a la sede del Museo Romántico, ubicada en el carrera 54 #59-199, barrio El Prado de Barranquilla.