El hombre, al igual que otro implicado, había recuperado su libertad en el 2017.
Este 5 de mayo falleció Manuel Salvador Ibarra luego de estar varios días internado en una Unidad de Cuidados Intensivos en Barranquilla por COVID-19.
Manuel Salvador había sido sentenciado a más de 10 años de prisión por la muerte de 33 niños que perdieron la vida calcinados en un bus, entre ellos su hija, y 1 adulto que también falleció en esas circunstancias el 18 de mayo de 2014 en Fundación, Magdalena.
#IPUCdeLuto
— ELROSALFLORENCIA (@ELROSALFLORENC) May 5, 2021
Lamentamos informar el fallecimiento del hermano Manuel Salvador Ibarra, Recordemos que nuestro hermano Manuel estuvo involucrado a la dolorosa tragedia de Fundación (Magdalena) en la que fallecieron 33 niños, entre ellos, su pequeña hija. Todo ocurrió en 2014 pic.twitter.com/F8ncure1BS
Él junto a Jaime Gutiérrez Ospino, conductor del vehículo, fueron hallados responsables de homicidio culposo agravado, ya que se consideró que los hechos habían terminado de esa manera, tras las imprudencias cometidas por ambos.
Los niños regresaban de unas actividades recreativas de la iglesia cristiana. Cuando sucedió la tragedia, algunos testigos dijeron que el conductor huyó de la escena en vez de socorrer a los menores.

“El carro se apagó y como está trabajando con gasolina, porque no pude ponerle gas, en ese momento compro una canequita y en el último viaje se cayó la manguera y cuando lo fui a prender salió la chispa y explotó”, decían las declaraciones de Gutiérrez.
El conductor también agregó: “Reventé los vidrios saqué unos muchachos allí, yo saqué como 6 niños, el pastor también rompió los vidrios y lo intentó”.

Al parecer, el chofer no se dedicaba a ello, sino que era mecánico, tampoco tenía licencia, ni el vehículo Soat. Respecto a su responsabilidad por ser quien debía contratar al conductor, Ibarra se defendió frente a lo sucedido.
“No es ninguna responsabilidad porque lo que se quiere es colaborar y llevar a unos niños que se encuentran a una distancia de casi cuatro o cinco cuadras y lo que se busca es llevarlos a la iglesia, a una congregación y eso era los domingos, no constantemente”, manifestó.

Por estos hechos, permanecieron en la cárcel Modelo de Barranquilla hasta el 2017 cuando fueron dejados en libertad luego de que sus abogados apelaran la decisión y el Tribunal declarara la nulidad del proceso, aunque quedarían vinculados a la investigación.
Al salir, el pastor Manuel Salvador Ibarra expresó a los medios: “Esto es un paso y las cosas siguen adelantes, esto es un paso para mejorar nuestra calidad humana”.