Un sicario entró a la residencia del hombre de 68 años persiguiendo a otro sujeto.
El jueves 9 de septiembre Miludis Margarita Miranda estaba bañando a su padre Gustavo Adolfo Miranda Flórez, de 68 años, cuando un vecino, identificado como Jonathan Velásquez Mercado, con el cual no tenían lazos, entró al lugar para refugiarse de un sicario que lo perseguía.
Según testigos, Velásquez se bajó de un Mazda 3, entró a su apartamento, el cual quedaba al lado del hogar de los Miranda y luego “se voló” por el patio a la casa del adulto mayor, ubicada en la carrera 7D con calle 75, barrio El Bosque, en Barranquilla.
El sicario también intentó entrar por el patio, pero como no pudo se dio la vuelta, abrió con violencia la puerta principal y lo persiguió hasta ultimarlo en la habitación donde Gustavo Miranda estaba siendo bañado.
El adulto, quien padecía problemas de movilidad debido a una isquemia, recibió un impacto de bala con orificio de entrada por el tórax posterior derecho y salida por el abdomen, que lo dejó gravemente herido. El domingo a las 8:10 a. m. falleció en la Clínica Portoazul.

“Mi papá no tenía nada que ver en esa cuestión, mi papá era una persona discapacitada con una isquemia que no podía ni caminar. A mi papá le poníamos paños, le dábamos la comida, para que lo vinieran a matar de esta manera y aquí en la casa”, expresó Miludis.
La mujer pidió en medio de su indescriptible dolor que se hiciera justicia: “Que la muerte de mi papá no quede impune, que se haga justicia, que no dejen la muerte de mi papá así como la de otras personas que matan. Mi papá no merecía morir así de esa manera, ya él estaba con la enfermedad, ya mi papá tenía eso como para que vinieran a acabar así con él de esta manera“.

“Cuando entré ya mi papá estaba en el piso junto con el difunto”
Miranda Flórez era el mayor de 5 hermanos y dejó 5 hijas. Otra de ellas es Íngrid Miranda León, quien vive en un apartamento interno construido en el patio de la vivienda de sus padres.
“Una fisioterapeuta venía para hacerle las terapias a mi papá, la fisioterapeuta estaba aquí en la sala, mi hermana estaba bañando a mi papá, pero de un momentico a otro todo cambió porque el nuevo vecino que había comprado la casa de al lado, un señor al que no conocíamos, venía gritando que lo iban a matar”, relató la mujer.

Luego, agregó: “Yo vi al tipo (Jonathan) que entró a la casa (de Gustavo) y cerró la puerta del patio. Yo vi a un hombre que estaba corriendo detrás de él, mi hijo estaba sacando al perro y me dijo que no saliera porque el man tenía una pistola, yo cerré la puerta, cuando la cierro el tipo (sicario) se devuelve como si nada por el apartamento del que iba a asesinar”.
La mujer contó que momentos después salió de su casa para tocarle la puerta a su madre, en esos instantes se registró una balacera al interior del hogar y una bala casi la impacta.

“La bala pegó en la pared de una de las piezas que estaban armando allá atrás. Cuando entro, mi hermana me abre la puerta y ya mi papá estaba en el piso junto con el difunto. El tipo al ver que no pudo entrar por el patio porque el señor (Jonathan) cerró la puerta, se dio la vuelta por el mismo apartamento por donde entró y le pateó la puerta a mi mamá”, indicó.
Según cuenta Íngrid Miranda, Jonathan se asomó, el sicario lo vio, y en esos momentos fue cuando pateó la puerta de la entrada tirando los seguros y lo persiguió hasta el baño donde estaban Miludis y su padre.
“El difunto (Jonathan) quedó entre el medio de la cocina y el baño de mi mamá, el sicario disparó varias veces y una de las balas cogió a mi papá”, dijo la testigo.
Informe: Alexander Ojito y Laura Rocco
