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Murió adulto mayor que fue amenazado con revólver en la puerta de una EPS

Familiares denuncian en Impacto News la presunta negligencia médica que tuvo que soportar el paciente.

En redes sociales circula el video de un vigilante de la Nueva EPS amenazando con arma de fuego a un paramédico que intentaba ingresar a un adulto mayor a Urgencias. Horas más tarde, el paciente falleció.

El abuelo respondía al nombre de Tulio Cesar Noriega Sánchez, de 78 años de edad; su deceso se produjo este lunes, en horas de la tarde.

En medio de impotencia, rabia y dolor, Arianna Noriega, nieta de Tulio Cesar, le contó a Impacto News lo doloroso que fue perder a su abuelo y la negligencia del sistema de salud por la que tuvieron que pasar.

El inicio del viacrucis

El sábado 10 de abril, Tulio Noriega empezó a presentar problemas. El hombre, que ya había recibido la vacuna contra el COVID-19, estuvo tosiendo toda la noche de ese día, por lo que el domingo, su familia llamó al servicio de Asistencia Médica Inmediata, AMI.

“Los de AMI llegaron el domingo, cuando le miraron la saturación y los signos nos dijeron que mi abuelo estaba muy mal y había que remitirlo de urgencia”, contó Arianna Noriega.

En vista de la situación hospitalaria de Barranquilla, los Noriega decidieron realizar un contacto con el Hospital Materno Infantil de Soledad, donde lograron que le brindaran los primeros auxilios y lo estabilizaran.

No obstante, Noriega Sánchez debía ser remitido a una UCI, unidad que solo había disponible en Sucre, Bosconia y Cartagena, pero los médicos no les otorgaban la autorización a sus familiares para remitirlo, sino que les pedían que lo sacaran de manera voluntaria.

El 28 de marzo, Tulio Noriega recibió la primera dosis de la vacuna anti COVID

“Contactamos particularmente una ambulancia medicada para que lo trasladaran a la Clínica Murillo, allá nos dijeron que no podíamos ingresar, sin embargo, el vigilante dejó entrar a mi hermana, habló con ella y le dijo que no podían atenderlo porque no tenían oxígeno”, relató Arianna.

“Lo humillaron en la puerta de la EPS y después de su muerte siguió la humillación”

Tras no encontrar la atención necesaria en la Clínica Murillo, llevaron al abuelo a la urgencia de la Nueva EPS, donde él pertenecía y pagaba cerca de $500.000 mensual por el aporte de salud.

En ese lugar donde reposaban las últimas esperanzas del abuelo y su familia, fue donde sucedió el altercado que quedó registrado en un video. “Nos dejaron a mi abuelo en las afueras de la clínica en una camilla, con poco oxígeno, a punto de presentar un paro cardiorespiratorio; el paramédico fue muy amable, era nuestro ángel en ese momento y nos ayudó a estabilizar a mi abuelo”, agregó la nieta de Tulio Noriega.

Según cuenta la mujer, incluso los médicos de la EPS notaban la agonía del paciente, por lo que su hermana se alteró y comenzó a gritar. En esos instantes sucedió lo que se observa en las imágenes, cuando el vigilante sacó el revólver para impedir la entrada.

“Después le dieron el ingreso, mi abuelo entró con el oxígeno que la ambulancia le dejó porque allá no había, nosotros teníamos una bala de oxígeno, pero no teníamos una válvula que se necesitaba para conectarla y ya siendo las 11:00 p. m. nos tocó quedarnos para saber cómo evolucionaba”, dijo Arianna Noriega.

“Hacia las 4:00 a. m., mi abuelo se quedó sin oxígeno y empezó nuevamente a saturar, pero luego se estabilizó y su estado evolucionó. Así estuvo hasta el lunes 12, día en el que recibió oxígeno por parte del centro médico”, añadió el familiar.

“No tenía ningún tipo de medicación, ni intravenosa, no lo tenían canalizado, ni nada, solamente estaban esperando el fallecimiento de él, porque como desde que llegó tenía un mal pronóstico, solamente lo atendían a vista”, detalló Arianna.

Tulio Cesar Noriega Sánchez falleció a las 4:50 p. m., en la EPS lo embalaron y lo pasaron como paciente COVID-19, lo que indignó a sus familiares quienes aseguraron tener los resultados de que la prueba había salido negativa.

“Antes de muerto lo humillaron en la puerta y después de muerto siguió la humillación, todo esto como represalia por todo el altercado del día domingo. La gente no se está muriendo de COVID, la gente se está muriendo de la negligencia de los centros médicos. En este caso como ya era un viejito que aparentemente no iba a resistir, dijeron “vamos a dejarlo morir”, finalizó Arianna.

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