El feminicidio ha estremecido la capital de la República y las autoridades ofrecen hasta $10 millones de recompensa por la captura del responsable.
Un aberrante caso de feminicidio ha consternado y estremecido a la ciudad de Bogotá. Se trata del asesinato de Paula Andrea Quintana, de 30 años, quien se encontraba celebrando un año más de vida cuando su expareja sentimental llegó hasta donde ella y la hizo partir de este mundo sin reparos.
El crimen de la fémina se registró en la madrugada del domingo 7 de septiembre en el barrio La Esmeralda, localidad de Bosa, en el suroccidente de la ciudad.
El brigadier general Giovanni Cristancho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, señaló que el reporte del feminicidio fue recibido a través de la línea de emergencias 123, en donde un ciudadano manifestó que un hombre acababa de agredir brutalmente a su mujer.
Las autoridades arribaron al sitio indicado y encontraron el cuerpo de la femenina tendido sobre el piso sin vida. Además, hallaron rastros de un conato de incendio, es decir, el feminicida trató de prender fuego a la vivienda para borrar cualquier evidencia.


El brigadier Cristancho mencionó que el presunto responsable responde al nombre de César Aguayo Urrego, quien había mantenido una relación amorosa con la fallecida, pero que recientemente había terminado.
“La víctima se encontraba en su residencia y fue agredida por su excompañero sentimental, que le causó una asfixia mecánica que produjo su muerte. La Policía Nacional rechaza cualquier hecho que afecte la integridad y la vida de las mujeres”, manifestó el alto oficial.
Asimismo, anunció una jugosa recompensa de hasta 10 millones de pesos a quien suministre información que permita dar con el paradero del presunto feminicida.
“Si no era para él, no era para nadie”: confesiones de una madre dolida
En diálogo con el medio City TV, la madre de la occisa expresó que el hombre ya venía presentando conductas violentas y por eso Paula Andrea decidió separarse de él, sin embargo, este siguió persiguiéndola hasta acabar con su vida, pues decía que “si no era para él, no era para nadie”.
Él siempre la amenazó, le pegaba, le daba mala vida. Ella se separaba de él y él volvía a buscarla. Siempre le decía que si no era para él, no era para nadie
Informe: Luis Ángel Terán




