Los soberanos del bordillo fueron ovacionados por los barranquilleros y turistas que se dieron cita en el desfile navideño.
Los reyes del Carnaval de la 44 engalanaron con su alegría la Gran Parada de la Luz, donde fueron ovacionados por los barranquilleros y turistas que se dieron cita en el desfile navideño.
Alexsandra Estarita Villa, soberana del Carnaval de la 44, fue la Reina de la Luz y simbolizó la unión de las tradiciones de Barranquilla con la magia de la Navidad. Ella fue el faro que guió a la ciudad hacia las fiestas, trayendo luz, alegría y música.
En la Gran Parada de la Luz, Lex encarnó la magia de la temporada, llevando un mensaje claro. Su presencia fue un faro que conectó la fantasía, la tradición y la unión de las fiestas decembrinas, haciendo de esta noche un recuerdo inolvidable para todos.
Vestuario: la Reina de la Luz
● Un vestido, diseñado por Kenn Kozz, representó los tradicionales faroles barranquilleros, lleno de luz, de brillo y movimiento.
● Una corona tipo destellos de luz con los mismos colores tradicionales: rojo, azul, amarillo y verde.
Rey Momo, Juan Rivera: el Guardián de Estrellas
El rey Momo representó la protección y la guía que da la Reina de la Luz. Es el guardián que asegura que la luz de la reina ilumine a todos los presentes y guíe la fiesta. Es un personaje noble, con un gran porte, que simboliza la calidez y la magia de la Navidad.
Rey Infantil, Jesús Maestre: Rayito de Navidad
● Un niño que representa la inocencia y la alegría pura de la Navidad. Es el mensajero de la esperanza y la renovación. Es travieso y lleno de alegría, con un espíritu juguetón que irradia la luz de la festividad.
Reina Infantil, Daniela Chapman: Estrella de Nochebuena
● La figura femenina que acompaña al rey representó el espíritu de la generosidad y la bondad. Con su sonrisa aportó ternura y pureza a la celebración.
Los reyes del Carnaval de la 44 estuvieron acompañados por las talentosas niñas de la Academia De Alba y las bailarinas de Top Dance, quienes también cautivaron a los asistentes con la coreografía al compás de la música decembrina.
El Carnaval de la 44 demostró una vez más su compromiso por preservar las tradiciones barranquilleras. Los reyes fueron símbolo de unidad, amor y respeto.