A los jugadores del fútbol profesional colombiano se les siguen ignorando sus peticiones.
Por: Iván Peña Ropaín.
¡Y para el cajón del archivador del Ministerio del Trabajo (Mintrabajo)! Allí terminó la querella interpuesta por los jugadores del fútbol profesional colombiano agremiados a la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) contra la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor) y la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), en la que conminaban a ambos entes deportivos a sentarse a discutir temas relacionados con su labor que los viene afectando, entre ellos los calendarios de los torneos y los pocos descansos que tienen.
Según las razones dadas por Mintrabajo para archivar el reclamo: “Para este despacho no existe duda alguna que la asociación Acolfutpro no acreditó, en primer lugar, haber aprobado dichas peticiones en su asamblea general tal y como lo exige el Código Sustantivo de Trabajo y, en segundo lugar, presentó dichas peticiones a entidades diferentes al empleador”.

Es decir, se les manifiesta a los futbolistas que, para llevar a cabalidad su intencionalidad de obligar a los empleadores, en este caso Dimayor y FCF, a estudiar el pliego de peticiones presentado, cada club profesional de Colombia debería contar con un sindicato y estos, por separado, deberían presentar las reclamaciones pertinentes.
“Este deberá ser integrado, según el artículo 359 del Código Sustantivo del Trabajo, por un número no inferior de 25 afiliados, el cual deberá tener unos estatutos, poseer personería jurídica y dentro de los cinco días hábiles desde su fundación presentar la inscripción del mismo ante el Ministerio del Trabajo”, tal como se lee en la norma.
Ante la resolución de Mintrabajo, el presidente de Acolfutpro, Carlos González Puche, anunció que seguirán trabajando para buscar la forma que sean escuchados los reclamos de los futbolistas.