“Si hay una expulsión miraremos si las personas deben ser capturadas y pasar a disposición de un juez”, dijo Néstor Osuna.
El panorama preocupante por cuenta de la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador actualmente, han llevado a consideraciones severas por parte del presidente de ese país, Daniel Noboa, quien anunció en las últimas horas que comenzará a deportar presos extranjeros, con el fin de reducir la población carcelaria.
Esta decisión se da en el marco del estado de excepción en el que fue declarada la Nación por cuenta de los distintos actos vandálicos y criminales cometidos por la delincuencia organizada, que ha provocado incendios, homicidios y secuestros de policías y guardias carcelarios.
Teniendo en cuenta esto, el presidente ecuatoriano indicó que 1.489 colombianos que están detenidos en cárceles de ese país podrían ser expulsados para que sean tomados por la justicia colombiana y descongestionar así los penales.
“De acuerdo a la ley ecuatoriana y los tratados internacionales, podemos sacar a esos 1.500 y dejarlos en la frontera y muchas gracias, quédense por allá”, expresó Noboa.
Ante este planteamiento, el primero en pronunciarse desde el gobierno colombiano fue el ministro de Justicia Néstor Osuna, quien hizo saber que las condiciones carcelarias en el país tampoco son aptas para atender toda esa población de presos.
“Si me preguntan si en la cárcel de Ipiales (Nariño) hay 1.500 cupos disponibles. No los hay. Si hay una expulsión miraremos si esas personas deben ser capturadas y pasar a disposición de un juez colombiano para saber quienes continuarían pagando una pena y cuáles quedarían en libertad”, manifestó el jefe de la cartera de Justicia.
Adicionalmente expresó su voz de solidaridad con Ecuador, añadiendo que esperan que puedan solucionar y superar esa crisis violenta “sin que su estado de derecho y democracia se lastimen”.