La curiosa escena se dio cuando Carlos Valderrama jugaba en Valladolid en un cotejo ante Real Madrid.
Por: Iván Peña Ropaín.
El respiro que tendría James Rodríguez respecto a que sería otro el técnico el que firmaría Olympiakos de Grecia y no el español Rafa Benítez, con quien el 10 colombiano no mantiene una agradable relación desde el pasado tanto en Real Madrid como en Everton de Inglaterra, vino acompañado de un muy burlesco recuerdo que involucra al exjugador Carlos Alberto El Pibe Valderrama.
Resulta que en las últimas horas medios de comunicación vienen informado desde la ciudad griega El Piero que el español Míchel González sería el nuevo timonel de Las Leyendas, recordándosele a este personaje como aquel jugador que vistiendo la casaca de Real Madrid en un compromiso por Liga española, por allá en septiembre de 1991, le tocó las partes íntimas a El Pibe, cuando este militaba en el Valladolid.
La curiosa escena, que aún permanece en la retina de varios amantes del fútbol, se produjo en el mítico Santiago Bernabéu en una acción de ataque del equipo del ex10 colombiano, instantes en que esperaban el cobro de un tiro de esquina. De un momento a otro, el exfutbolista ibérico entró en las 16 con 50 en una especie de rencilla con el samario, buscando, según relató después, explicarle al exJunior de Barranquilla que el croata Robert Prosinecki no fue quien lo pateó, pero el colombiano estaba bastante enojado y no escuchaba.
Después de que “el toque-toque” de Míchel a El Pibe se hizo viral en las pantallas de televisión y en las portadas de los diarios deportivos españoles de la época, el propio jugador exMerengue contó lo que pasó ese día en la cancha en medio de una charla con la televisora RTVE: “Cuando se dio la vuelta Valderrama, la patada se la había dado Fernando Hierro. Él pensó que había sido Prosinecki y empezó a insultarle”, relata Míchel. “Yo le quería decir que no le entendía y que no había sido él, pero él estaba enajenado. Entonces, cuando yo fui a hablarle, me dijo: ‘No, tú me vas a tocar los huevos’. Y le dije: ¿Yo? Sí”, completa.